Desgarrador mensaje de una mamá sobre la "última droga" de su hija adolescente se vuelve viral
Cuando "le pasan cosas malas a la gente buena", a menudo se convierte en una reacción natural arremeter contra Dios.
Una afligida madre, Angee Penner, está muy familiarizada con ese sentimiento de ira ardiente contra el Todopoderoso, por no ejercer su omnipotencia para salvar a su hija.
"¿Alguna vez quisiste gritarle a Dios? ¡Si eres tan poderoso devuélvela!", escribió Penner en una publicación en Facebook después de perder a su hija Ashlyn por una sobredosis de heroína en su 19º cumpleaños, según reseñó Faithit.
Si somos honestos con nosotros mismos, creo que todos hemos gritado algo similar al menos una vez en nuestra vida.
Pero en los meses que siguieron a la muerte de su dulce bebé, como muchos en su situación, Angee resolvió que el propósito de su dolor sería ayudar a abrir los ojos de los demás, para que nadie tenga que sentir las profundidades de su dolor.
"Cuando a la gente buena le pasan cosas malas, se afligen y sufren", compartió Angee. "Luego resuelven no permitir que le suceda a otra persona. No es así, puede ayudar a justificar el dolor, el sufrimiento o la pérdida que ha afectado a su familia, pero nadie más tiene que sufrir el dolor que han sentido".
En su conmovedora publicación de Facebook, Angee escribió un desgarrador relato de lo que le costó la "última euforia" de su hija, y presenta una imagen horrible y reveladora de la crisis de opiáceos que afecta a nuestra sociedad hoy en día.
El mensaje de la afligida madre es desgarrador y, sin dudas, "le quitó mucho [emocionalmente]", pero ella espera que al compartir su historia, pueda salvar a otros de sufrir el mismo destino de su querida Ashyln.
Después de todo, Angee sabe que es lo que su hija hubiera querido...
"Di mi nombre. Cuenta mi historia. Habla de mí", escribió la adolescente en una "carta desde el cielo" antes de morir.
"Pero nunca fuiste más fuerte que la enfermedad de la adicción, y tristemente, yo tampoco. Por favor, no te culpes... Toma el amor que tienes por mí y ponlo en el resto de nuestra familia. Cada vez que quieras abrazarme, agarra a uno de ellos. Danos un gran apretón y prometo que lo sentiré todo en el camino al cielo”.
“Espero que encuentres la paz sabiendo que soy libre de una manera que nunca he sido antes. Hasta aquí, no hay adicción. Solo hay amor".
A continuación puedes leer la publicación de Angee completa:
"Esa última subida...
Ese último alto destruyó todo lo bueno...
Esa última alza sonaba como una buena idea en ese momento, supongo... una última vez se convirtió en para siempre.
Esa última gran señal condujo a dos detectives a tocar el timbre a las 3:44 am, diciéndome que mi bebé se fue. Mi preciosa niña, mi primer amor verdadero.
Esa última euforia me llevó a explicar a su hermano, a su padre, a sus tías y tíos que había muerto.
Esa última alza me condujo a una funeraria. Solo 12 horas después de que me dieran las noticias que cambiaron mi vida. Mirando fijamente la cara de mi dulce niña, su cuerpo medio cubierto por una sábana, la bata de hospital sobre ella para ocultar las incisiones de la autopsia.
Esa última elevación me llevó a sostener su rostro y llorar... besando cada parte de ella que pude. Queriendo tanto bajar la sábana y mirar su marca de nacimiento en su pierna o la marca de nacimiento en su dedo. Me había besado todas las noches desde que era bebé.
Esa última elevación me condujo a una habitación, con el cerebro en la niebla, mirando los ataúdes tratando de decidir en cuál debería estar enterrada mi hija.
Esa última culminación llevó a escribir un obituario, planear un funeral y una casa llena de flores de amigos y familiares afligidos.
Esa última nota me dejó revisando su armario. Escogiendo un vestido. Comprando una chaqueta de su color favorito para que fuera sepultada. Tuve cuidado de cortar las etiquetas, porque sé que no le gustaba la forma en que le picaban.
Esa última elevación me llevó a pasar por innumerables imágenes desde su primer aliento hasta el último. Haciendo tableros de memoria y presentaciones de diapositivas... tratando de encajar 18 dulces años en 10 minutos.
Esa última elevación me llevó a arrodillarme frente a su ataúd en el velorio. Suplicándole a Dios que me llevara en su lugar. Exigiéndole que retrocediera el tiempo. Gritando que si es tan poderoso, ¿por qué no puede él recuperarla?
Mirando a través de una neblina diciendo gracias por venir repetidamente y consolando a sus amigos.
Esa última elevación nos llevó a la iglesia a las 11 am, donde vi a su hermano de 15 años ayudando a cargar su ataúd. Donde la miré por última vez. Donde vestía un atuendo a juego para que fuese enterrada. Donde me incliné en su ataúd y besé sus labios fríos y metí su cabello detrás de su oreja por última vez.
Ese último colmo me dejó mirando su urna durante una hora después de que todos se habían ido de la tumba. Asustada de dejar a mi bebé sola.
Esa última elevación me llevó a dormir en su tumba para no tener que estar sola, contemplando el suicidio para poder sostener su mano en su camino al cielo.
Esa última gran cantidad resultó en meses de recostarme en el suelo llorando, aferrándome a cualquier cosa que me recordara a ella o que tuviera su aroma. Lamento no haberla envuelto en una manta porque sé que odia el frío.
Esa última elevación me ha vuelto blanco el cabello y me ha agregado 10 años a la cara.
Esa última alza ha dejado días vacíos y temidas noches. Mañanas que se convierten en noches sin memoria del día.
Esa última alza me llevó a buscar a su fantasma en todas partes.
Soy una madre rota por un último golpe.
Angee Penner madre de Ashlyn Cannon (por siempre 18)”.