Mujer ha enterrado a tres de sus bebés y ha abortado 16 veces. Médicos la consideran "desafortunada"
La mujer de 35 años en realidad quiso convertirse en madre desde que tenía memoria.
Kerry siempre quiso tener un bebé, pero desde que empezó a intentarlo ella ha enterrado a tres, ha dedicado funerales a dos, ha abortado a dieciséis y recientemente perdió su embarazo número veintidós.
A pesar de esto, los médicos insisten en que ella se encuentra perfectamente bien de salud, por lo que ellos consideran que ella simplemente es "desafortunada".
Conversando con Birmingham Live, Kerry dijo que nunca va a dejar de intentarlo y que necesita una mejor respuesta a la pregunta de por qué todos sus bebés han muerto.
Cuando ella perdió a su primer hijo, según reveló Metro, su deseo de ser madre solo se hizo más fuerte. El primer hijo de Kerry, Paige, solo vivió por 12 horas.
Un chequeo posnatal se realizó inmediatamente después de su muerte y se descubrió que Kerry tenía cáncer cervical. Los médicos tuvieron que extirpar la mayor parte del cérvix de Kerry.
Le habían asegurado que podía seguir intentando tener bebés. Sin embargo, le advirtieron que debido a su reducida cérvix, sus próximos bebés nacerían de manera prematura.
Ella siguió intentándolo, pero lo único que consiguió fueron numerosos abortos espontáneos.
Eventualmente Kerry recurrió a un tratamiento de fertilidad. Pareció ser un éxito, pues ella quedó embarazada dos meses después. Su bebé, al que llamó Lucas, nació con 22 semanas. Los médicos no pudieron mantenerlo con vida.
Después de la muerte de Lucas, Kerry tuvo una crisis nerviosa.
"Perder a Lucas nos dejó realmente devastados. En ocho semanas había perdido a mi hijo, mi relación, mi casa, mi hipoteca, mi empleo, mi cordura. Todo se había desmoronado", dijo Kerry.
Al final, ella empacó sus cosas, se marchó y nunca volvió a mirar hacia atrás.
Ya que había experimentado tres pérdidas a la altura del segundo trimestre, ella recibió un punto de sutura transabdominal que debía ayudarla a prevenir la pérdida de otro bebé.
Kerry reveló haber sido apenas la decimosexta persona en los Estados Unidos que se había sometido a tal procedimiento quirúrgico.
Al tiempo, Kerry y su prometido, Connell, fueron a una clínica de fecundación in vitro. Ella quedó embarazada una vez más.
El personal médico le dijo que todo marchaba de la manera esperada. Incluso escucharon el latido del corazón del bebé.
El 5 de marzo de 2018, Kerry tuvo otra cita para hacerse un ecosonograma. En el examen de rutina se descubrió desafortunadamente que el bebé ya no tenía pulso. Kerry quedó devastada una vez más.
Solo conservó al bebé en su útero por once semanas. A pesar de todo el dolor que ha pasado para tratar de tener un bebé, Kerry insiste en que nunca abandonará su sueño de convertirse en madre.