Una madre horrorizada le contó al mundo sobre cómo casi mataron a su hija en un supermercado
La mamá y su niña estaban felices porque los carritos del supermercado estaban diseñados en forma de pequeños autos. Pero alguien dejó allí un desperdicio que casi mata a la pequeña.
La hija de esta mujer sufría de alergias severas a los alimentos, incluso solo con el contacto. Liftable contó que una noche fueron a hacer compras y tomaron su carrito favorito en el automercado, y la niña felizmente entró.
Ella tuvo el cuidado de limpiarlo antes con toallas antibacterianas, para proteger a su hija de los gérmenes que los usuarios anteriores habían dejado. Pero cuando se inclinó para limpiar el volante, su corazón se detuvo.
La niña sostenía un sándwich de mantequilla de maní y jalea que el cliente anterior había dejado en el asiento.
“Inmediatamente le quité el sándwich de las manos, insegura en ese momento si le había dado un mordisco o se había metido los dedos en la boca”, contó la mujer en Liftable.
“La llevé al baño para lavarle las manos, los brazos y la boca. Luego regresé al estacionamiento para sentarme con ella en mi auto, epinefrina en mano, mirándola como un halcón, lista para llamar al 911”, agregó.
Afortunadamente, la pequeña estaba bien, pues no le había dado un bocado al sándwich sobrante, por lo que el Benadryl pudo cuidar su reacción tópica. Pero le enseñó a su madre una lección muy real y aterradora.
“Ese día, mi hija podría haber muerto. Y me habría culpado por el resto de mi vida. Ella ha tenido otras llamadas cercanas y reacciones anafilácticas en el pasado, pero recientemente me acordé de lo que sucedió ese día”.
El 9 de abril, la publicación de una madre en un blog llamado Urban Baby se volvió viral, después de que la detuvieron en el supermercado cuando le dio una conferencia otra madre por dejar que su hijo comiera un sándwich de mantequilla de maní y mermelada en el carrito de compras de la tienda.
El mar de comentarios que siguió después de su publicación incluyó todo, desde gente que llamaba a esa madre desconsiderada, hasta otros que saltaron en su defensa y afirmaron que no son responsables de las vidas de otros niños.
Una respuesta decía: "Eso es realmente desconsiderado. Muchos niños tienen alergias a la mantequilla de maní que amenazan su vida. Comerlo en un carrito de compras GARANTIZA que estará manchado en el volante, etc. Es realmente horrible que lo haga. Lo siento, pero imagina si fuera tu hijo con la alergia".
Pero otro opinó lo contrario: "No es su responsabilidad proteger a otros niños. Si estoy en la tienda y mis hijos quieren un emparedado de mantequilla de maní y jalea, eso es lo que obtendrán. No es mi responsabilidad cambiar mi vida a suite [sic] de otros. Es su responsabilidad protegerse a sí mismos".
Hay verdad para ambos, pero en este caso la decencia humana también entra en juego.
Una forma de comenzar es tirando su propia basura en los cestos, porque seamos honestos, dejar un sándwich sobrante (o cualquier basura para el caso) en un carrito de compras no solo es desagradable sino también peligroso, como ocurrió en este caso.