Oficial de policía ve niña inerte en brazos de papá, la pone en el piso y se arroja sobre ella

Una niña casi pierde la vida al caer en la piscina de su hogar, en Glendale, Arizona.

Se trata de Diana Holmes, la hija de apenas dos añitos de edad de James Holmes. Según informa el sitio web Inside Edition, su consternado padre informó a las autoridades que Diana se había ahogado.

Todo comenzó cuando la niña desapareció de la vista de su padre. Cuando este la buscó, minutos después, su progenitor se dio cuenta de que la pequeña estaba dentro de la piscina. ¡Qué terror debió haber sentido!

Entonces, en estado de desespero, James agarró a su hija, que estaba inconsciente, y comenzó a golpear frenéticamente la puerta de un vecino, esperando que alguien pudiera ayudarlo.

Lo que pasó a continuación fue increíble y esperanzador para el agitado padre.

Resulta que en la casa donde James había tocado la puerta estaban dos oficiales de la policía de Glendale, haciendo un control de bienestar rutinario.

Jacob Gonzales y Joe Procopio inmediatamente supieron qué hacer con Diana.

Gonzales se puso en acción, administrando reanimación cardiopulmonar (RCP) a la pequeña de dos años hasta que soltó un pequeño llanto, cosa que significaba que estaba bien.

La familia llevó a Diana al hospital, donde afortunadamente se recuperó por completo.

"Creo que cualquier oficial entrenado haría las mismas cosas en mis zapatos esa noche", afirmó el héroe de Jacob posteriormente en una conferencia de prensa.

La familia Holmes todavía aprovecha cada oportunidad que aparece para agradecerle públicamente a Gonzales, quien estuvo allí en el lugar y momento adecuado para salvarle la vida a su hija.

"Sé que hoy en día nuestros agentes de la ley están recibiendo una mala reputación, y no se lo merecen", dijo Holmes en una conferencia de prensa con la policía.

"Ellos son héroes. Ponen sus vidas en peligro todos los días. Y harán lo que puedan para salvar nuestras vidas. Mi hija está aquí por un agente de la ley".

Estamos muy felices de que todo haya resultado bien para la niña. Sin duda alguna, esta familia ha aprendido una lección de no quitarle los ojos de encima a sus hijos pequeños.

Esto nos recuerda a cuando unos niños de 6 años también fueron tildados de héroes cuando salvaron a un bebé de ahogarse en una piscina durante sus vacaciones

Peyton y Bryant Switzer demostraron que no necesitaban una cartilla para detectar a un niño ahogado. Simplemente lo sabían y se pusieron en acción.

Los niños estaban disfrutando en la piscina del hotel, donde unos pocos adultos se deleitaban en un jacuzzi cercano y otra madre con su hija de 3 años, llamada Charlie, jugaba en el extremo poco profundo.

Ya era de noche cuando la madre de Charlie comenzó a empacar las cosas de su familia, dándole la espalda brevemente a la piscina.

Charlie entonces corrió hacia el extremo profundo, donde Bryant y Peyton estaban jugando, y se metió de un salto. El niño casi se ahoga, a no ser porque los gemelos se dieron cuenta de que el pequeño se hundía.

Rápidamente lo rescataron y sacaron de la piscina. ¡Qué alivio!