Mujer encinta vuelve a quedar embarazada de otro hombre y tras parto se llevan a sus dos hijos
Aunque parezca imposible, esta madre estadounidense quedó en estado mientras esperaba otro hijo, debido a un rarísimo fenómeno conocido como ‘superfetación’.
Jessica Allen, de 31 años, se ha hecho famosa en internet, luego de que descubrió que se embarazó estando embarazada, y dio a luz a gemelos no idénticos concebidos en tiempos distintos.
Allen, quien alquiló su vientre a una pareja china y fue sometida a fertilización in vitro en California, quedó encinta del pequeño de sus clientes y a las seis semanas fue informada de que tenía gemelos en su vientre.
Al principio, ella pensó que el embrión se había dividido en dos y tendría gemelos idénticos, pero luego de un largo juicio se demostró mediante pruebas de ADN que se embarazó del segundo bebé de un padre diferente, estando ya preñada.
Al nacer los bebés se descubrió que no eran idénticos y la prueba de ADN explicó el por qué: uno de ellos era su hijo biológico y el otro producto de la fecundación in vitro.
Este fenómeno es conocido como superfetación y menos de doce casos han estado documentados.
Jessica contó al New York Post que en su contrato se establecía que se le permitiría una hora con los recién nacidos antes de que fueran dados de alta de la unidad de maternidad, solo para verificar cómo estaban.
Pero la Sra. Liu y los bebés, Mike* (nombres cambiados) y Max, ya habían salido del hospital.
“Ni siquiera había tenido oportunidad de ver a los gemelos cuando los sacaron de mi útero y los llevaron a la unidad de cuidados intensivos neonatales. Al día siguiente, su madre me hizo una visita de 10 minutos y me mostró una foto en su teléfono celular”, refirió Allen.
"¡Guau! Se ven diferentes", le dijo, antes de que la mujer recuperara el dispositivo.
En poco se enteraría de cuán cierto era eso. No solo Mike y Max no eran idénticos, sino que tenían un ADN completamente diferente el uno del otro. Mike parecía ser un niño asiático, y era el bebé biológico de Liu y su esposo. “Pero Max, medio blanco y mitad afroamericano, nos pertenecía a mí y a mi ahora esposo, Wardell Jasper, de 34 años, que trabaja para una compañía de cable”.
Desde ese momento, Jessica comenzó una querella legal con la agencia de fertilidad y los Liu, con el único fin de recuperar a su hijo, lo que al final pudo lograr después de sortear muchos escollos.
"Alquilé mi útero, y casi se llevaron a mi propio hijo", declaró la mujer al New York Post y relató que tuvo que someterse a un proceso legal para recuperar a su bebé, a quien ahora cría con su pareja, con quien contrajo matrimonio.
“Wardell y yo no planeábamos expandir nuestra familia tan pronto, pero atesoramos a Malachi con todo nuestro corazón. No me arrepiento de haber sido madre sustituta porque eso significaría lamentar a mi hijo. Solo espero que otras mujeres que consideran la maternidad de alquiler puedan aprender de mi historia. Y que un bien mayor saldrá de esta pesadilla”, dijo.
La subrogación de vientre se ha hecho tan popular últimamente, que una abuela de 49 años se convertirá en el vientre de alquiler para su propia hija, por segunda vez.
Megan Barker informó que planea gestar otra vez a su nieto por su hija, quien no puede concebir por razones médicas.
La hija de Barker, Maddie Coleman, no puede concebir por sí misma debido a un trastorno que afecta su útero y sus ovarios.