Hilarante bulldog canta popular canción pop con sus amos
El hombre canta “You Raise Me Up” en el auto, pero después el perro se roba el espectáculo con su hermosa voz.
Junior estaba en el auto con sus dos mejores amigos cuando se escuchó en la radio una canción muy importante para ellos.
Una suave voz repicó las primeras palabras de "You Raise Me Up", canción de Josh Groban, antes de que los ojos del dueño de Junior se iluminaran. El hombre del abrigo negro hizo callar a su perro, esperando la mejor parte de la canción para que pudiera mostrar su suave voz.
De repente, Junior comenzó a chillar y a hacer algunos ruidos extraños. De un momento a otro, el perro se transformó en un cantante justo en frente de los ojos de sus compañeros.
En el video, el propietario de Junior abre la boca y dice: "Me levantas para que pueda pararme en las montañas".
Una vez que la voz del propietario alcanza una nota alta, Junior irrumpe en la canción, haciendo un aullido agudo. Los hombres en el coche se ríen de la voz del perro blanco y negro y el entusiasmo por participar en la canción. Su dueño continúa cantando, sin darse cuenta de que Junior solo está empezando.
A medida de que la canción avanza, Junior se vuelve más emocional, haciendo ruidos diferentes que casi se asemejan al llanto de un bebé o al sonido de un delfín.
Una pequeña parte instrumental deja a Junior y sus dos mejores amigos sonriendo y riéndose de lo que acababa de suceder. Siguen conduciendo mientras suena la música, esperando pacientemente más letras.
Los perros también tienen canciones favoritas, y se emocionan al escucharlas. Sabemos que tienen un gran sentido del oído y del olfato, y esto hace que reconozcan más tanto las canciones y los sonidos como el olor de las personas y las cosas.
La mascota de raza Pastor Alemán se ha robado la atención de los internautas al cantar el gran éxito de la banda británica Quien de 1977. “We are the Champions”, mientras viajaba en auto con su dueña.
Lola, en ese momento, descansaba en el asiento trasero de su auto, mientras su dueña, Annie Aul, conducía desde Alabama hasta Miami, disfrutando de una buena música.
Cuando sonó la última canción, Lola se despertó y sin dudarlo, empezó a cantar.