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Marido aprende por las malas que no es buena idea hacer enojar a su esposa

Vanessa Guzmán
12 oct 2018
14:13

Hoy te traemos una historia divertida que te hará cumplir con tu dosis diaria de risa.

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Para todos los eventos estresantes que nos trae la vida, hay al menos una solución: la risa. Se dice que compartir una buena carcajada con alguien puede mejorar tu estado de ánimo, alegrarte el día y generar un ambiente positivo.

Nada es mejor remedio que la risa, y unas cuantas carcajadas al día te ayudarán a cuidar tu salud física y mental. Aquí tienes un poco de humor para alegrarte el día.

Mientras estaba mirando un partido de fútbol en su casa, la esposa lo interrumpió pidiéndole un favor, que para muchos podría parecer sencillo y nada molesto.

Imagen tomada de: Shutterstock

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"¿Cariño podrías arreglar la luz en el pasillo? Ha estado parpadeando por semanas ya", dijo la mujer.

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Entonces él la miró y contestó con tono malgenioso: "¿Arreglar las luces ahora? ¿Parece que tengo cara de electricista? No lo creo". Ella dejó pasar la respuesta grosera y le preguntó si podría arreglar los escalones de la entrada, pues estaban a punto de romperse.

"¿Parece que tengo cara de carpintero? No lo creo. No quiero arreglar los escalones", respondió el hombre molesto. Ya me cansé de ti. ¡Me voy al bar!".

Imagen tomada de: Pixabay

Imagen tomada de: Pixabay

El esposo fue al bar y bebió por un par de horas, hasta que comenzó a sentirse culpable por como trató a su mujer y decidió ir a casa. Al llegar, los escalones habían sido reparados y la luz del pasillo estaba perfecta. Todo esto pasó mientras él tomaba unos tragos.

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El marido sorprendido le preguntó a su esposa cómo hizo para arreglar todo mientras él estuvo afuera. A lo que ella respondió algo inesperado:

"Cuando te fuiste, me senté a llorar afuera. Entonces un buen jovencito me preguntó qué pasaba, y le dije. Él se ofreció a hacer las reparaciones y todo lo que yo tenía que hacer era acostarme con él u hornearle un pastel", explicó la esposa.

Imagen tomada de: Freepik

Imagen tomada de: Freepik

Así que el marido preguntó: "¿Qué tipo de pastel le horneaste?". Y ella respondió:

"¡Holaaaa! ¿Acaso me ves cara de pastelera? ¡No lo creo!".

Aquí hay otro chiste que muestra cómo una esposa de Texas puso a su marido en su lugar tan pronto como se casaron y él intentó darle órdenes.

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Tres amigos se casaron con mujeres de diferentes países. Uno se casó con una chica de Grecia. Él le informó que ella tenía que lavar todos los platos y limpiar la casa.

Imagen tomada de: Freepik

Imagen tomada de: Freepik

La esposa se puso a trabajar de inmediato, y aunque le tomó algo de tiempo, terminó el trabajo al tercer día. El hombre llegó a casa y notó que el lugar estaba limpio, todos los platos lavados y guardados en el lugar correcto.

El segundo amigo se casó con una chica de Tailandia. Le ordenó a su esposa que también hiciera la limpieza, los platos y la cocina.

La esposa tailandesa también se tomó un tiempo para hacer todas las cosas. Ella hizo un pequeño progreso en el primer día y un poco más en el tercero.

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Imagen tomada de: Freepik

Imagen tomada de: Freepik

Al tercer día, el hombre finalmente vio que su casa estaba impecablemente limpia, los platos lavados y había una gran comida sobre la mesa de la cena.

El tercer amigo se casó con una chica de Texas. El hombre le dio una lista de tareas. Tenía que limpiar la casa, lavar todos los platos, lavar la ropa y preparar tres comidas al día.

El primer día casi no vio nada, y también fue casi lo mismo el segundo día.

Al tercer día, descubrió que la hinchazón había disminuido en cierta medida y podía ver un poco por su ojo izquierdo. Además, su brazo estaba lo suficientemente bien como para hacer un sándwich y cargar el lavaplatos. Desafortunadamente, tuvo algunas dificultades para orinar.

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