Refugio de animales está pidiendo ayuda para encontrar a la persona que abandonó a este pobre gato

Un hombre dejó un guacal abandonado en la puerta de un refugio animal, lo que encontraron dentro fue impactante.

Un hombre se acercó en la madrugada a la puerta del refugio animal Douglas County Animal Care & Services y dejó un guacal abandonado allí. En la mañana los empleados encontraron un animal que necesitaba demasiada ayuda.

"Vimos un portaaviones fuera de nuestra puerta. Ser un refugio para animales, generalmente significa una cosa: alguien ha tirado a su animal en el porche delantero", contó a The Dodo Liz Begovich, supervisora del refugio.

Cuando entraron el guacal para mirar dentro había una gran bola de pelo enmarañado. Debajo de ese montón de cabello estaba un pequeño gatito casi aplastado por el peso.

Al principio, Begovich pensó que era un perro, porque su condición no dejaba distinguir qué animal era. Pero quedaron boquiabiertos porque nunca habían visto un gato en tales condiciones.

El animal no podía ni moverse. Inmediatamente lo llevaron al veterinario donde lo sedaron y procedieron a retirarle alrededor de 4.5 libras de pelo.

Este procedimiento reveló que el gato además tenía otro problema de salud: obesidad. Fue llamado Bob Marley y ahora está a la espera de una familia que lo adopte y le ayude a controlar su peso.

En el momento se estima que tiene alrededor de 10 años y pesa 22,6 libras. De igual forma, su cambio fue instantáneo y se nota que se siente muy feliz.

La investigación sobre su abandono continúa. Si bien no aseveran que el hombre que lo dejó era su encargado, si les parece sospechoso el anonimato que manejó al dejarlo.

"Normalmente, cuando alguien deja un animal después de las horas, generalmente hay más en la historia. Por lo general, no es un buen samaritano que encontró un animal al costado de la carretera", dijo Begovich.

Hidey es otro gato que fue encontrado en las mismas condiciones. Tenía dos libras de piel en la espalda y su historia es realmente triste.

Un anciano en Pittsburgh, Pensilvania, era propietario de Hidey, así como un gato siamés llamado Siam. El hombre tenía la enfermedad de Alzheimer, y cuando se había enfermado demasiado como para vivir solo, su familia lo llevó a un asilo de ancianos. Los gatos, desafortunadamente, se quedaron atrás.

Por suerte, un pariente lejano del anciano se percató de que él tenía gatos cuando fue llevado al asilo. Así que decidió ir a chequear la casa que aún estaba abierta. ¡Y los salvó!

Es realmente lamentable que casos como este sigan existiendo; resulta inexplicable que alguien le haga daño torturando a un animal indefenso como Lucky, una gatita que quien sabe cuanto tiempo, fue víctima de la crueldad de algunos humanos.

Para la fortuna de la minina de 3 años de edad, una mujer de Ontario, Canadá, llamada Nicole Pailing, tuvo que salir de emergencia a una clínica veterinaria con su gato Bacci, quien estaba sufriendo un episodio de insuficiencia respiratoria, según informó Today.

Mientras se estacionaba en el centro veterinario, Nicolo notó un kennel blando en la esquina del edificio. Al acercarse se encontró con la desgarradora escena de la gata con su cabeza totalmente envuelta en cinta adhesiva para ductos. ¡Desgarrador!