Médicos quedan helados por 7 minutos cuando la última trilliza nace dentro de su capullo

Cuando nacen trillizos es un acontecimiento poco común pero si uno de los bebés nace en su saco, lo hace mas especial aún.

El Dr. Rodrigo da Rosa Filho está acostumbrado a partos normales o múltiples; es lo cotidiano, pero siempre hay días y casos especiales como el de Adeline, la última de los trillizos que da Rosa Filho recibió.

Joaquín fue el segundo en el orden de llegada y nació dentro de su saco amniótico, el cual protege y nutre al bebé dentro del vientre materno.

Sin embargo, el niño fue sacado rápidamente del tejido, porque ya estaba preparado para salir a respirar aire fresco.

Pero su hermanita Adeline sí pasó hasta 7 minutos dentro del saco ante la atenta y maravillada mirada de el personal médico.

EL MILAGRO DE LA GESTACIÓN

Observar a un bebé dentro del vientre, formándose, es algo muy normal a través de la ecografía, mas aún si se usa última tecnología como la ecografía 4D.

Pero observar este hecho de manera presencial es espectácular, Quienes lo vieron, difícilmente tendrán la oportunidad de vivirlo nuevamente, señaló Newsner.

Este hecho obligó al personal médico a documentarlo en un clip que nos muestra a Adeline en su saco, muy tranquila con su cordón umbilical y con sus piecitos estirados.

Incluso podemos observar a una enfermera metiendo su dedo en el saco para dar cosquillas en su pequeño pie, pero la infante ni se inmuta ante el intento de despertarle de la trabajadora de la salud.

LAZOS QUE LOS UNEN ANTES DE NACER

El personal médico que se encarga de traer al mundo a estos pequeños vive experiencias tan increíbles como magicas, pero no todo es color rosa.

El 25 de febrero del presente año los gemelos Caleb y Weston Lyman llegaron al mundo de manera estruendosa.

Los hermanitos Lyman comenzaron su existencia formando un verdadero escándalo, cuando fueron separados al nacer para darles los cuidados médicos correspondientes.

Los gemelos comenzaron un alboroto que rápidamente obligó al personal juntarlos nuevamente, logrando que se calmaran, terminando así el conmovedor y ruidoso momento.