Los 5 mejores chistes sobre personas mayores que te harán llorar de la risa
Un poco de humor es justo lo necesario para hacer más ligero tu día. Por eso te traemos 5 divertidos chistes te harán cumplir con tu dosis diaria de risa.
Para todos los eventos estresantes que nos trae la vida, hay al menos una solución: la risa. Unas cuantas carcajadas al día te ayudarán a cuidar tu salud física y mental.
Las bromas, las conversaciones ingeniosas y una buena carcajada al día son beneficiosos física y psicológicamente.
Compartir un buen chiste con alguien puede mejorar tu estado de ánimo, alegrarte el día y generar un ambiente positivo.
Además, un elemento clave de los chistes es que te obligan a mirar una misma situación de diferentes maneras. Humorous nos ha presentado estos divertidos chistes sobre nuestros queridos adultos mayores. Prepárate para reír a carcajadas mientras sigues leyendo.
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5. COMPARTIR ES AMAR
Un autobús estaba lleno de viajeros de edad avanzada en Ste Anne de Beaupré. Uno de los pasajeros, una abuela, golpeó el hombro del conductor y le ofreció un puñado de cacahuetes.
El conductor se sorprendió, pero agradeció a la anciana antes de tragar los cacahuetes.
Un par de minutos después, la abuela le da otro puñado. El conductor, una vez más, agradeció a la amable señora y se los comió.
Lo mismo sucedía cada cinco minutos hasta que el conductor ya había comido diez puñados. Cansado, habló con la anciana.
“Oiga, abuela, es bueno rellenarme con cacahuetes, pero sus cuarenta colegas, ¿no querrán un poco?”, preguntó el conductor.
La abuela entonces respondió: “¡Oh no! Te explico, con nuestros dientes, no podemos masticarlos. Sólo hay chocolate alrededor que nos gusta”.
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4. LA AUTO-PRESCRIPCIÓN DE UN ABUELO
Un anciano se dirige a la farmacia y le pide Viagra al farmacéutico. El farmacéutico le pregunta al anciano cuántos quiere.
“Oh. Muy poco. Cincon o seis tabletas serán suficientes porque las cortaré en cuatro”, respondió el abuelo.
Confundido, el farmacéutico dijo: “Esté... si puedo decirle, señor, me temo que una dosis tan pequeña es insuficiente para mantener una rigidez aceptable durante suficiente tiempo”.
El viejo entonces respondió: “¡Olala! ¡Déjame detenerte! ¡No tiene nada que ver con el sexo! Yo, tengo más de 80 años y todo lo que quiero es mear lo suficiente como para no mojarme los zapatos”.
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3. UN ERROR DE LA JUVENTUD
Estaba una abuela y su nieto. El nieto le preguntó a la abuela: "¿Qué es un amante?".
La abuela sonrió y dijo: "Bueno, es un caballero que...".
De repente, la abuela se detuvo, y sus ojos se agrandaron.
Ella gritó: "¡Oh! ¡En nombre de Dios!”, mientras corría hacia su armario.
Apresuradamente abrió la puerta, y luego un esqueleto cayó al suelo.
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2. LUNA DE MIEL
Dos ancianos de 90 años se reunieron en una fiesta de “viudas y viudos” en una casa de retiro. Después de pasar un tiempo juntos, se dieron cuenta de que estaban destinados a enamorarse.
Después de algún tiempo, la pareja de ancianos decidió casarse. En su luna de miel, se acostaron uno junto al otro.
El anciano tomó la mano de la dama y la apretó con fuerza en la suya. La anciana también tomó su mano e hizo lo mismo. Minutos después, ambos se quedaron dormidos.
En la segunda noche, ocurrió lo mismo. Durante su tercera noche juntos, una vez más se acostaron lado a lado. El anciano tomó la mano de su esposa una vez más y le dijo: "No esta noche, cariño. Tengo migraña”.
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1. EL SECRETO DE LA VIEJA ESPOSA
Una abuela de 98 años en su lecho de muerte, dice una última palabra a su dolido esposo de 99 años:
“John, mi pequeño John, antes de cerrar los ojos para siempre, me gustaría revelarte un secreto. Ve al ático, en la tercera viga, en el fondo a la izquierda, encontrarás una caja. Ve a buscarla”.
El marido se apresuró a buscar la caja y regresó cinco minutos después. Cuando la abrió, vio dos cajas. Una tenía tres huevos adentro y la otra tenía 250,000 dólares.
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Por supuesto, John estaba emocionado por la cantidad de dinero que tenía en frente.
Después de un rato, comenzó a preguntarse sobre los huevos y le preguntó a su esposa Margaret para qué servían.
La esposa respondió: “Bueno, John, durante los 78 años que hemos estado casados, cada vez que no tenía un orgasmo cuando hacía el amor, mantenía un huevo de gallina”.
John se sintió aliviado y bastante orgulloso de sí mismo por haber fallado tres veces durante sus 78 años de matrimonio. Después, le preguntó por el dinero.