Chico vende calabazas para comprar perro de alerta diabética, pero obtuvo casi $25,000
Niño de seis años con diabetes no fue aceptado en el autobús escolar con sus demás compañeros, pero eso no lo derrumbó.
Ian Unger fue diagnosticado con Diabetes tipo I desde los cuatro años. A los seis estaba listo para comenzar su primer grado escolar. Sin embargo, un molesto episodio opacó la felicidad.
El niño de Sand Lake, Michigan, quedó devastado cuando los funcionarios de la escuela le informaron que no podría viajar con sus demás compañeros en el autobús porque era peligroso si tenía una crisis nadie podría ayudarlo. Además informaron que no dispondrían un asistente para ello.
Le ofrecieron recogerlo en un autobús vacío a las 8:45 a.m. pero las clases comenzaban a las 8:30 a.m. No solo tendría que viajar solo, sino llegar tarde. A su madre no le pareció justo.
"Él solo quiere ser como todos los demás ... ponerlo en un autobús vacío es injusto".
UNA GRAN IDEA PARA IAN
A la familia se le ocurrió una grandiosa solución. Querían que Ian tuviera un perro de alerta, que podría advertir al niño cuando su nivel de azúcar en la sangre empezaba a bajar y así el podrá comer algo dulce de inmediato.
El problema es que un perro alerta podría costarles alrededor de 25 mil dólares. Una suma que la familia no tenía y tardaría en completar.
No obstante, perseveraron y se pusieron en la tarea de conseguir el dinero. Su madre vendió limonada y cuando la temporada para eso terminó, enseguida le cedieron la venta de calabazas de ese año a Ian.
Fue todo un éxito. La historia llegó a las redes sociales y el negocio creció. Entonces Katrina Christensen, madre del pequeño, hizo una recaudación de fondos en Facebook.
EL SUEÑO HECHO REALIDAD
Ian obtuvo vendiendo limonada 110 dólares, vendiendo calabazas mil dólares y en la recaudación de fondos 24.890 dólares. Ahora podría conseguir a su perro.
El niño tendrá a su perro en 10 meses aproximadamente, después del entrenamiento. Su madre está muy orgullosa de la actitud de su hijo frente a la enfermedad.
Sin duda, un chico valiente que ha decidido hacerle frente a su condición sin estar enojado por eso, solo haciendo lo que se debe para mejorar su calidad de vida.
Mientras algunos chicos luchan por conseguir lo necesario para sobrellevar condiciones médicas difíciles, otras personas se aprovechan de la buena voluntad de la gente para engañar con enfermedades falsas.
Una mujer de Tuttle, Oklahoma, en los Estados Unidos, fue arrestada tras declaraciones de la policía en las que alegaron que la madre mintió a la comunidad afirmando que su hija tenía cáncer.
La policía dijo que Jamie Parker hizo creer a su hija de 7 años tenía la enfermedad y convenció a todos de que la menor tenía un linfoma de Hodgkin.
Incluso afeitó la cabeza de la niña para organizar una estafa en la que recaudó fondos. Docenas de vecinos donaron al recaudador de fondos de la niña, que la policía llamó una estafa. ¡indignante!