Hombre parapléjico debe arrastrarse por el piso cuando la aerolínea pierde su silla de ruedas
Un atleta parapléjico, de 20 años, se arrastró por el piso de un aeropuerto después de que la aerolínea extravió su silla de ruedas.
Justin Levene llegó al aeropuerto de Luton, en Londres, en agosto de 2017. Allí le informaron que su silla de ruedas se había extraviado.
Entonces le ofrecieron llevarlo en una silla de ruedas con respaldo alto, pero él rechazó la opción porque consideró que perdía su autonomía.
"He trabajado muy duro durante varios años para intentar mantener mi independencia", le contó a BBC.
Él preguntó por un buggy motorizado, pero infortunadamente, el aeropuerto no tenía uno, ni tampoco una silla de ruedas autopropulsada.
Entonces, el atleta no vio otra salida que arrastrarse por el suelo hasta la salida. Posteriormente tomó un carrito de equipaje para llegar hasta su taxi.
El aeropuerto decidió emitir un comunicado refiriéndose al hecho a través de sus redes sociales. En él resaltan que sus empleados hicieron lo posible por ayudar a Levene en ese momento.
"Al descubrir que el vuelo de Levene había llegado sin su silla de ruedas, nuestros equipos trabajaron arduamente para encontrar una solución, ofreciéndole una silla asistida como reemplazo temporal”.
No obstante, el atleta aún se siente molesto por el incidente pues considera que los aeropuertos deben tener los dispositivos adecuados para garantizar la movilidad de las personas discapacitadas sin que tengan que depender de alguien más.
El video se hizo viral rápidamente y puso sobre la mesa el tipo de ayuda que deben brindar los establecimientos públicos a las personas discapacitadas.
Perder la silla de ruedas es uno de los peores momentos para una persona discapacitada. Por suerte, hay gente dispuesta a ayudar de forma eficaz y oportuna.
Esto sucedió en Boston, Estados Unidos, donde se evidenció que entre los humanos además de la maldad, también existe la solidaridad.
Maliyah Roberts, de 6 años, sufre parálisis cerebral y no puede arreglárselas sola sin ayuda de su silla de ruedas. Afortunadamente, tenía una personalizada, hecha solo para ella. Pero un domingo la dejaron como de costumbre en la entrada de su casa y esta desapareció.
La silla de ruedas hizo que los desafíos de la vida diaria fueran un poco menos desalentadores para Maliyah y después del robo, su familia del barrio de Brighton hizo una súplica desesperada. La respuesta los sorprendió gratamente.