"Quiero irme con Dios y morir": las devastadoras palabras de un niño de 7 años víctima de bullying
El bullying en las aulas de clase es un flagelo que ha ido cobrando vidas de niños que apenas empiezan a vivir.
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Un nuevo caso de matoneo ha conmocionado las redes sociales. El clip de un menor de siete años que está cansado de que un compañero lo golpee en la escuela empezó a dar vueltas por la red.
El caso sucedió en Francia donde una madre grabó a su hijo contando la situación que vive con uno de sus compañeros. Su hermana pensó que eso lo podría ayudar y subió el video a las redes, sin embargo, después se arrepintió y lo borró.
El niño visiblemente afectado y apenas conteniendo el llanto afirmó que estaba harto del maltrato de un niño llamado Nathan.
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"Tengo 7 años, voy a la escuela de Notre-Dame, en Verdún. Desde el año pasado, un niño que se llama Nathan me pega todo el tiempo. Hoy, le ha pegado a mi hermano pequeño”.
El niño llamado Charlie, de 7 años, afirmó que está harto y quiere que el compañero deje de pegarle.
Además añadió: “Le he dicho a mi mamá que tengo ganas de reunirme con Dios y morirme. Estoy harto, ese niño no para de pegarme todos los días. Quiero reunirme con Dios para siempre".
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Cuando su hermana borro el video de la red social otra niña ya lo había descargado y lo subió a Twitter.
El apoyo para el pequeño no se hizo esperar. De inmediato el video superó el millón de reproducciones y llegó a oídos de las autoridades municipales y escolares, quienes al parecer abrieron una investigación acerca del caso.
Además el niño empezó a recibir paquetes con juguetes, cartas de apoyo y muchos mensajes en las redes condenando el abuso y brindando amor a Charlie.
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De acuerdo con su hermana, quien publicó una fotografía del menor y agradeció el apoyo de la gente, el menor involucrado negó su comportamiento y por ello, algunos medios pensaban desestimar la versión de Charlie. Sin embargo, su familia ha hecho todo lo posible por mantener la “denuncia de un delito no punible por la ley”.
Por suerte, esta familia notó las señales a tiempo y decidió hacer algo grande para solucionar un problema grande. Para muchos padres cuando por fin se dan cuenta de lo grave que es el bullying para sus hijos ya es demasiado tarde.
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El 14 de junio de 2017 Mallory de 12 años se suicidó tras soportar un largo tiempo de acoso escolar y virtual por parte de sus compañeras de escuela.
Dianne Grossman, de 46 años, se armó de valor y decidió hablar sobre el infierno que vivió su hija y la situación que la hizo tomar la fatal decisión.
La pequeña empezó a cambiar su comportamiento de manera gradual. La madre dice que no se dio cuenta y pensó que era algo normal de su edad, para cuando tomó cartas en el asunto era muy tarde, los matones provocaron la muerte de la niña.
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