logo
página principalVida

Madre de dos niños hace joyas con leche materna, placentas y cordones umbilicales

Fabricio Ojeda
29 nov 2018
04:10

Esta londinense convirtió una dolencia que le dificulta concebir hijos en obras de arte que adquieren clientes de todo el mundo.

Publicidad

Sam Small dejó su antiguo trabajo en recursos humanos para dedicarse a fabricar joyas con materias primas muy especiales: leche materna, placentas y cordones umbilicales, con sus respectivas cargas de ADN, que a menudo se confunden con piedras semipreciosas.

Nativa de Londres, pero residenciada desde 2015 con su esposo Shane y sus dos hijos en Nueva Zelanda, esta mujer de 35 años coloca los elementos naturales en resina, antes de montarlos en plata u oro, para crear aretes, anillos y colgantes que ya tienen una demanda de 25 encargos mensuales.

Curiosamente, la idea nació de una enfermedad. Sam sufre de síndrome de ovario poliquístico, que causa dificultades en la concepción debido a desequilibrios hormonales, y quiso tener a una parte de sus hijos con ella todo el tiempo.

Publicidad

“Estaba tan feliz y agradecida de tener un segundo hijo en camino, cuando pensábamos que nunca seríamos padres, que quería un recuerdo. Pero cuando investigué el uso de placentas, leche materna y cordones umbilicales como materiales en línea, decidí intentar hacer algo yo misma", afirmó.

Al principio experimentó con su propia placenta, después del nacimiento de su hija Amélie en 2013, que convirtió en tabletas para obtener beneficios para la salud.

Publicidad

Luego, interesada en joyas hechas con leche materna, comenzó a usar su grado de diseño 3D para experimentar con resina.

En el nacimiento de su hijo Harrison, ahora de 3 años, Sam decidió usar los muñones del cordón umbilical como recuerdos, y los transformó en anillos para tener a sus hijos con ella todo el tiempo.

"También traté de experimentar con los cordones y la leche de mis amigos y a todos les encantó lo que produje”, recalcó.

Publicidad

PROPUESTA EXITOSA

Iddy Biddy Buddah Designs, el negocio de Small, tiene ahora tanto éxito que ella dice estar inundada de encargos de madres de todo el mundo, desde el Reino Unido hasta los Estados Unidos, Francia y Singapur, con alrededor de 25 pedidos al mes.

Su técnica es incorporar parte del cordón umbilical, configurándolo con el color de resina que eligen los clientes, “con brillo si lo desean”.

Tras probar varios métodos diferentes, Sam finalmente encontró una forma de colocar artículos como el cabello en resina de alta calidad, para crear hermosas joyas, como anillos, amuletos y colgantes.

Publicidad

Después de perfeccionar el proceso, Sam fabrica joyas de todo tipo de material, incluidas las cenizas de cremación.

Dijo que se siente honrada de que se le confíen los preciados elementos de ADN de la gente, para crear algo que puedan conservar para siempre.

Publicidad

Así, sin darse cuenta, Sam había dejado los recursos humanos para elaborar a tiempo completo sus increíbles recuerdos de bebés, a precios que van desde $ 40 (£ 21) por un colgante a $ 340 (£ 181) por una sólida sortija de oro.

"La joyería se ve hermosa, e incluso hago que la gente me pregunte de dónde saco mi pieza, como si fuera una piedra semipreciosa", señaló Small.

"La mayoría de la gente piensa que es increíble cuando digo que proviene del cordón umbilical o de la leche materna y para mí es un verdadero placer", concluyó.

Publicidad

VERSIÓN AUSTRALIANA

En Australia, una compañía similar elabora joyas a partir de los mismos materiales genéticos, incluidas las cenizas de cremación.

Beyond The Willow Tree es una empresa de joyería fundada por la australiana Melanie Fogarty en 2013, después del nacimiento de su hija.

Ella creó su propio colgante de placenta en resina y luego recibió una solicitud para ver si podía hacer lo mismo con la leche materna.

Desde entonces, su negocio se ha expandido para incluir la incorporación de todo en sus piezas, desde mechones de cabello hasta las cenizas de su ser querido.

Publicidad

Las personas le envían muestras de su leche materna (u otra materia orgánica) y ella realiza un proceso especial de conservación de dos semanas antes de colocarla en una resina impermeable.

Se puede elegir entre una variedad de brillantes efectos de perla, así como relucientes motas metálicas que le dan un aspecto llamativo.

Entonces, si busca una forma original de tener recuerdos de su embarazo y nacimiento, cualquiera de estas dos alternativas puede ser su solución.

Y demostrando que la creatividad no tiene límites, un joven a quien le faltan los dos brazos se gana la vida en Brasil fabricando juguetes artesanales.

Geraldo Pereira, nativo de la localidad de Lastro, se ha hecho conocido y respetado gracias a su disposición para el trabajo y el talento que posee para crear juguetes con sus pies. Conozca aquí su inspiradora historia.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares