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Mujer admite que los "ideales de belleza machista" de su padre le dieron una baja autoestima

Una joven compartió con The Huffington Post el dolor que le causaron los "dañinos ideales de belleza" de su padre.

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Lola Méndez es una chica que se enorgullece de sus aventuras en más de 50 países. A través de su sitio web, Miss Filatelista, los usuarios pueden aprender y sacar lo mejor de sus experiencias en los países del globo. Sus viajes son la principal fuente de inspiración para Méndez al momento de escribir.

Sin embargo, decidió escribir algo más personal. En Noviembre, la joven compartió con The Huffington Post la principal causa de su baja autoestima: El "sutil" machismo de su padre.

El padre de Méndez a sus 24 años, huyó de una violenta dictadura militar en Uruguay y caminó por Sudamérica para escapar de una muerte segura. Fue un refugiado latino en Estados Unidos y dirigió con éxito una pequeña empresa durante más de 20 años.

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Por su hazaña, Lola lo considera su héroe y un hombre "próspero." Sin embargo, tiene un defecto que a su hija le molesta: Un ligero machismo a pesar de haber emigrado hace 40 años.

Méndez asegura que su padre uruguayo no es machista en el sentido tradicional, ya que no cree en los roles de género con respecto al trabajo en casa o las competencias profesionales. Ella lo describió del siguiente modo:

"Su raza particular de machista asume que la belleza es puramente externa, especialmente en la forma femenina. Esta mentalidad no le deja espacio para que exprese sus emociones, ya que asocia cualquier tipo de suavidad con la feminidad. Siempre ha demostrado una dura masculinidad, incluso en tiempos de enfermedad y luto."

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Ella recuerda que su padre usaba las palabras "hermosa" o "exótica" para describir a las mujeres de manera positiva. También se jactaba de haber sido un Don Juan en su juventud. Las cartas de amor y las fotos que él guardaba eran prueba de las mujeres atractivas con las que él salía en sus días de gloria.

"Las sinceras declaraciones de amor venían de mujeres delgadas pero con curvas. Eran modelos, bailarinas y socialités. No había una mujer descuidada a la vista. Estos valores influyeron en gran medida en los tipos de mujeres que consideraba atractivas y deseables cuando era una niña."

Al idolizar a su padre, aprendió muy joven lo que "era o no era atractivo" sobre la apariencia de las mujeres a través del lente crítico de su padre. Continúa:

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Su percepción de la belleza impactó el sano desarrollo de la estima de mi cuerpo. No era su intención, pero creó un estándar de belleza imposible de emular. No ayudó a mi autoestima cuando mi padre solía molestarme en español por mi aspecto durante mis años de formación.

Lola se sintió muy frustrada por no alcanzar los estándares que admiraba su padre, sobre todo en su adolescencia. A sus 12 años, pasaba horas desnuda frente al espejo, pensando que sus senos "estaban creciendo mal" o que "sus rollitos eran desagradables". Ella aspiraba a ser bella como sus ídolas latinas o como las hermosas amantes de su padre, pero jamás luciría como ellas.

Por si fuera poco, su padre la llamaba "gorda y fea" y no lo procesaba como algo despectivo. En Uruguay, insultar a alguien puede ser entrañable, pero esos términos solo terminaron de minar el autoestima de la joven.

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La escritora criticó la hipersexualización de las mujeres por sus rasgos físicos.También se refirió al escrutinio al que se enfrenta por tener un cuerpo voluptuoso. El acoso sexual y los abucheos siempre están a la orden del día.

En mis 20 años, mi cuerpo redondo se transformó en las curvas que siempre quise, pero a diferencia de mis ídolas, no tengo piernas delgadas, brazos esculpidos y barriga plana para acentuar mi busto y la espalda. En cambio, tengo curvas por todas partes.

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Hoy en día, Méndez tiene la esperanza de "enseñarle nuevos trucos a un perro viejo." A pesar de que su padre tiene 71 años, ella busca cambiar su mentalidad machista.

Desafía su retórica hacia la belleza constantemente y lo regaña cuando éste le silba a una mujer. Ella asegura que lo hace porque lo ama y porque desea el él comprenda el valor humano de las mujeres. "Por lo general, se ríe, pero sigo persistiendo", comparte.

Méndez concluye la historia con la valiosa lección que aprendió: La belleza va mucho más allá de lo que puede verse externamente. Todavía está aprendiendo a aceptarse a sí misma, externa e internamente.

Las mujeres de todo tipo de formas, tamaños, razas y etnias son hermosas. Pero, todavía me cuesta encontrar espacio para mí en esa retórica. Todavía lucho por ver mi tipo de cuerpo como algo más que sexualizado. No aprecio que me digan que soy hermosa, preferiría que me feliciten por mis habilidades y logros.

Fuente: Maxpixel

Fuente: Maxpixel

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Nadie nace sabiendo cómo ser un padre o una madre ideal, pero hay hábitos que pueden ayudar a fortalecer la percepción que sus hijos tienen de sí mismos.

Los padres deben ser cuidadosos con sus palabras y acciones si desean que sus hijos crezcan seguros y con un autoestima saludable. Una mala elección de palabras puede ocasionar una tristeza profunda en los niños.

Si pecas de sobreproteger a tu hijo, podrías estar afectando su autoestima sin darte cuenta.

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