Escalofriante video revela la verdad de mujer que pensaron se había suicidado: huía de asesinos

Dos hombres han sido condenados a seis años de prisión por el asesinato de Martina Rossi en Mallorca, siete años después de que su muerte fue registrada oficialmente como suicidio en un tribunal de Palma.

La Policía Nacional pensó que se trataba de un suicidio cuando una estudiante genovesa se cayó de un balcón del sexto piso de un hotel en Mallorca. El terrible suceso ocurrió en agosto del 2011 y no se encontró evidencia de crimen alguno.

Sin embargo, la familia de la joven no se encontraban convencidos, por lo que contrataron a un abogado italiano que convenció a la fiscalía para abrir una investigación un año después.

Un video grabado por una cámara oculta reveló lo que había sucedido esa terrible madrugada. Alessandro Albertoni y Luca Vanneschi (ambos 27) fueron llamados a declarar como testigos. Mientras esperaban en comisaría, ellos mismos se delataron: habían tratado de violar a la chica.

La joven se cayó del sexto piso en un desesperado intento por escapar de los dos chicos de Arezzo que querían violarla. Trató de escapar saltando al balcón de la habitación de al lado.

Pero en la barandilla habían algunas toallas mojadas y la joven, presa del pánico, se resbaló y cayó.

Alessandro Albertoni y Luca Vanneschi fueron condenados por el Tribunal italiano de Arezzo a seis años de cárcel, tres de ellos por homicidio y otros tres por intento de violación como consecuencia del delito.

Los acusados no estuvieron presentes en la sentencia. En cambio, estaban el padre y la madre de la víctima, quienes agradecieron al fiscal y a los jueces.

"Esta sentencia no nos devuelve a nuestra hija, una persona especial, hermosa y feliz de que alguien haya querido decirle lo enferma que está", dijo el padre de Martina, Bruno. "Pero ella hace justicia y hace que nuestros sufrimientos sean un poco más leves. Espero que alguien se disculpe algún día, tenga un poco de 'moral'.

Fuente: YouTube / Arezzo24

Esta historia nos recuerda a la de Katie Allan, una chica de 21 años que se suicidó luego de ser acosada en prisión. Los padres culpan a los fallos del sistema de justicia penal de Escocia.

Katie Allan fue blanco de varios registros de desnudez en la prisión de Polmont debido a su naturaleza obediente. Su madre Linda contó cómo su hija fue obligada a desfilar desnuda frente al personal de la prisión como parte de un ejercicio de entrenamiento en la cárcel.

A pesar de ser que la chica era requisada constantemente, el personal no notó las marcas autolesivas en su cuerpo.

Katie, perdió el 80 por ciento de su cabello debido a una alopecia inducida por el estrés, no fue evaluada psicológicamente para determinar si había riesgo de suicidio.