Angustiada mujer de 23 años piensa en divorcio tras marido querer bautizar a hija con nombre de ex

Un padre decidió llamar a su primer hijo con el nombre de un ex novia. Eso está volviendo loca a la madre embarazada.

El embarazo es una etapa en la que la madre debe estar tranquila y feliz. Además es un buen momento para que la pareja estreche su vínculo. Sin embargo, este hombre lo está echando a perder.

Una mujer de 23 años publicó en la plataforma Reddit el terrible momento que está viviendo por cuenta del nombre que su esposo, de 24 años, ha decidido ponerle a su bebé en cuanto nazca.

Según el relato de la angustiada chica ellos salieron por un año y luego se casaron. Ahora llevan dos años de matrimonio y ella tiene siete meses de embarazo.

Todo iba genial hasta el momento en que empezaron a escoger el nombre del bebé. Cuando el padre descubrió que era una niña decidió ponerle a su hija el mismo nombre de una mujer que salió por largo tiempo con él.

"Al principio de nuestra relación tuvimos muchos problemas por su causa, pero ella se mudó y los problemas desaparecieron. Él realmente la amaba y nunca me ocultó eso, pero pensé que se había acabado una vez que ella se mudó".

Sin embargo, eso no era cierto. El problema de ese viejo amor salió a relucir ahora que el hombre pretende bautizar a su hija con el nombre de su ex y le pide a su esposa escoger ella el de su segundo hijo.

La madre afirma que el tema la está afectando y su esposo no entiende. Él se limita a decir que lo mal que la está pasando su esposa es producto de las hormonas.

"Él realmente la amaba y nunca me ocultó eso, pero pensé que se había acabado una vez que ella se mudó".

Asimismo cuando ella le preguntó porque quería este nombre para el hijo de ambos, él le confesó que quería que algo le recordara a su ex aunque ya no estén juntos.

El matrimonio es un camino lleno de obstáculos que pocos pueden sortear y salir totalmente victoriosos. El resto consideran de inmediato el divorcio.

Una creativa mujer de 43 años y residenciada en Texas encontró una manera bastante diferente de ponerle fin a su matrimonio de 14 años.

Una firma no era suficiente para Kimberly Santleben-Stiteler, quien decidió celebrar su divorcio con una fiesta que culminó en una gran explosión, y aunque muchos esperaban fuegos artificiales, lo que explotó fue otra cosa.