Madre permite a hija de 10 años entrar al quirófano y atrapar a su hermanita recién nacida
Los milagros de la vida existen y vienen al mundo en forma de bebés. En esta emocionante historia se corrobora que el amor entre hermanos es uno de los más grandes que hay.
El nacimiento de un ser humano es una de las situaciones más espléndidas que pueda experimentar una familia. Por este motivo, Paulina Splechta se ha dedicado desde hace cuatro años a documentar estas maravillas de la vida con su cámara fotográfica.
Uno de los partos que más la ha emocionado es el de la familia Cook, donde la madre, que iba a tener a su tercer hijo, decidió involucrar a su hija mayor, de 10 años, para que recibiera a su hermana Kate.
El alumbramiento, que se realizó hace un mes en Boca Ratón, Florida, fue capturado en una serie de imágenes que la fotógrafa de guardia posteó en su cuenta de la red social Facebook. Así, logró inmortalizar en estas instantáneas la belleza del amor entre hermanos.
Los medios reseñan que cuando la madre de familia Catherine Cook le dijo a su hija Kayla que estaría presente en el parto, la niña se emocionó muchísimo y aceptó con todo el gusto.
"En los primeros momentos en que Kayla atrapó a su hermanita, mientras que la partera, Laurie Gibbons, se aseguraba de que el bebé fuera entregado de las manos de la hermana mayor Kayla a las manos de mamá, todos estaban muy emocionados", explicó Splechta.
La fotógrafa, que lleva cuatro años y medio haciendo esta hermosa labor, expresó que fue el momento más dulce que la dejó sin aliento, pues pudo ser testigo de un amor tan puro entre las hermanas reunidas por primera vez.
Después de subir la serie de fotografías en el nacimiento de la pequeña Everly, esta recibió casi 20.000 "me gusta" y llegó a más de 2 millones de usuarios.
"Creo que este nacimiento resonó en muchas personas porque es raro ver a un niño en el parto, especialmente participando activamente en la captura del bebé", dijo Splechta.
Lo que más le gustó de las imágenes fue la respuesta emocional de Kayla, pues para ella “fue increíblemente conmovedora”.
Y es que la fotógrafa indicó que la reacción de Kayla fue tan profunda y llena de emociones, que eso fue lo que la ayudó a llevar la autenticidad y vulnerabilidad a todos los que apreciaron las imágenes.
Enfatizó que nadie presionó a Kayla para que participara en la experiencia y que estaba "muy emocionada" por haber agarrado a su hermanita.
No obstante, la madre había optado por tener un parto sin complicaciones, pero cuando comenzó el trabajo forzado, la niña de 10 años salió de la habitación por un minuto, porque le preocupaba el estado de su madre.
Ya cuando se acercó al momento del nacimiento, Kayla se puso muy nerviosa y no estaba segura de que pudiera atrapar a la recién nacida, por lo que su padre le ofreció ayudarla. Allí fue que la niña sintió la confianza de llevar a cabo el deseo de su madre.
"Justo cuando la cabeza de la bebé Everly comenzó a asomarse, Kayla miró varias veces de un lado a otro entre la cabeza de su hermanita y el poderoso rostro de su madre. Sus diversas expresiones se convirtieron en enormes sonrisas y, finalmente, después de que su hermana estaba sobre el pecho de mamá, dejó escapar un grito de alivio alegre".
Para Splechta, esta experiencia de nacimiento fue increíblemente poderosa porque quería que su hija estuviera presente en el nacimiento de su último hijo, pero no pudo concretar este plan debido a una cesárea inesperada.
"Desde esa experiencia, tenía la esperanza de que algún día capturara una historia de nacimiento para una familia que quería que su hijo mayor estuviera presente en el nacimiento de un nuevo bebé que llegara a sus vidas", dijo.
Splechta agregó que aunque no pudo ver a su primogénito conociendo a su hermanita en su segundo nacimiento, puso toda su pasión en su trabajo porque quiere darle a otras mamás el regalo de tener esos recuerdos irrepetibles para cuidarlos por siempre.
ESPERANZA: LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE
Una familia de Arizona que tuvo muchas dificultades para tener un segundo hijo fue la familia Davis, que después de hacerse padres con la pequeña Brooke, experimentaron tres pérdidas, lo que dejó al núcleo bastante afectado.
Pero este no fue motivo para desistir de la idea de darle un hermano a la niña de tres años, quien después de varios intentos fallidos estuvo muy triste.
Finalmente, en el cuarto intento, la alegría llegó a la casa de los Davis el 3 de enero de 2016, cuando nació Ellis y su vínculo como hermanas fue “inmediatamente único".
NACIMIENTO QUE BATIÓ RECORD
En Sydney, una valiente madre dio a luz en un parto natural a su no tan pequeño bebé, que pesó nada más y nada menos que 5.75 kilogramos, una cifra que batió todos los récords en el Blacktown Hospital.
La parturienta no recibió ningún analgésico que la ayudara con el dolor y trajo al mundo a Parker James Bell, cuando su embarazo tenía 39 semanas y tres días.
Conoce aquí más detalles de esta sorprendente historia.