Familiar de Julen sospechoso de mentir: "Es imposible que un niño de 2 moviese esos bloques"

El hombre podría ser acusado de homicidio imprudente, pues el pozo donde cayó el niño era ilegal.

Pica y se extiende el caso de Julen, a casi un mes de haber caído en el pozo ilegal en de la finca de David Serrano, esposo de una de sus primas.

Al parecer Serrano pretendía evadir las acusaciones de homicidio imprudente, pero la Guardia Civil no da por veraces las declaraciones incongruentes del hombre.

DECLARACIONES FALSAS

Según El Mundo, el propietario de la finca asegura que el día de la reunión familiar el pozo lo tapó con dos bloques de hormigón, pero dicha historia no concuerda con los hechos.

“Es imposible que un niño de dos años moviese esos bloques de hormigón. En su primera versión cuando llegamos al lugar de los hechos, David no nos habló de que él usase esos bloques de hormigón para tapar el sondeo y se limitó a decir que no sabía que estaba descubierto”, informó un agente de la Guardia Civil.

El funcionario policial destacó la actitud nerviosa del hombre, y destacó que en una segunda entrevista con las autoridades, David habló de los bloques cuando vio las fotografías del lugar tiempo después.

UN HOMICIDIO IMPRUDENTE

A pesar de la poca coherencia de su versión de los hechos, Serrano se mantiene firme en sus declaraciones. Incluso relató que el pequeño se escurrió entre los bloques de hormigón, pero no aclaró cómo movió algo tan pesado.

Para cuidarse las espaldas, el hombre asistió con un abogado y de un experto en edificaciones, buscando evadir las acusaciones de homicidio imprudente, pero sus declaraciones fueron desestimadas.

ATANDO UNA SOGA EN SU CUELLO

El funcionario declaró que el testimonio del pocero, Antonio Sánchez, es más creíble que las de Serrano; pues Sánchez contó que había tapado el agujero con la piedra, pero que fue removido por la maquinaria y que éste lanzó “piedras sobre su propio tejado”.

"Yo advertí del peligro que había, que era que alguien pudiera meter el pie y partírselo, pero nunca pensé que por allí pudiera caer un niño", explicó Serrano.

Sin embargo siempre reconoció la peligrosidad del pozo en el lugar y por eso es problable que el juez lo acuse de homicidio imprudente.

Por otra parte, Serrano en algún momento manifestó sentirse culpable por todo lo ocurrido y que jamás va a perdonarse no haber visto el peligro que representaba el pozo en su finca.

Apenas cuatro meses tenía David con la finca donde quería cultivar aguacates y mangos, fue por ese motivo que contrató la empresa para hacer el sondeo y descubrir si había agua, informó Cope.

"Desde ese día todo me da igual, lo que pase, lo que no pase. Yo tengo una niña chiquitita de dos años que también se encontraba allí con Julen jugando”, relató el hombre que ahora se ve realmente atormentado por el remordimiento.