Desgarrador relato de un joven con cáncer abusado por un monje tras intentar suicidarse

Un amigo de la familia aconsejó a sus padres sobre un hombre que podría ayudarlo a reconciliarle con los jóvenes de su edad.

Un joven identificado como Raúl P., fue diagnosticado con cáncer en los huesos a los 13 años. La enfermedad le obligó a ver de cerca a la muerte durante dos años, hasta 1983.

Vivir su vida de adolescente tras su enfermedad le resultó imposible, pues su cuerpo no solo había sufrido las consecuencias de la quimioterapia, que interrumpió su desarrollo hormonal e hizo que perdiera el cabello, sino que también le fue amputada una pierna.

Sintió el rechazo de su entorno y se convirtió en un "marginado" porque con una sola pierna no le era posible hacer las cosas que hacían sus amigos.

Al sentirse aislado cayó en una depresión severa e intentó quitarse la vida la noche del fin de año del 31 de diciembre de 1986.

Lo encontraron inconsciente y fue trasladado a un hospital donde le practicaron un lavado de estómago. Despertó tras pasar varios días en coma.

OCURRIÓ CUANDO CUMPLIÓ 19 AÑOS

Un amigo de la familia aconsejó a sus padres sobre un hombre que podría ayudarlo a reconciliarle con los jóvenes de su edad. Entonces se lo presentaron para tratar de animarlo. Se trataba del monje Andreu Soler.

"Mi aniversario fue a finales de febrero, cumplí 19 años. Me presentaron a Soler poco después”, dijo el joven.

Agregó: “Él sabía que salía de una grave depresión que incluía un intento de suicidio. Y tenía que saber también -resultaba evidente que me faltaba una pierna- que guardaba relación con el cáncer que había superado de crío tras la amputación de una extremidad”.

FUE DURANTE UNA JORNADA DE CONVIVENCIAS

Soler invitó Raúl al Monasterio de Montserrat, a una jornada de convivencias. En estas jornadas en la abadía, que incluían una pernoctación, sucedieron la mayoría de abusos denunciados en los últimos días por víctimas de Soler.

Raúl se dio cuenta que la proposición de Soler era una encerrona cuando, después de una comida junto a otras personas del grupo, se quedó solo en la sala, hasta que llegó el monje.

EXPLICÓ CÓMO OCURRIERON LOS HECHOS

"Me abrazó muy fuerte, pegando su cuerpo contra el mío. Creo que pensé que tal vez se tratara de alguna terapia espiritual. Lo comprendí poco después, cuando puso su mano sobre mis genitales”, contó Raúl.

“La aparté y respondió tomando mi mano para ponerla sobre los suyos. También la retiré. Pretendía tener relaciones sexuales completas conmigo y al sentirse rechazado, aunque no me forzó a seguir, hizo un comentario para mostrar su disgusto (‘Al final, siempre hacéis lo mismo’)”.

Este comentario “con el tiempo me ha conducido a sospechar que estaba acostumbrado a hacer lo mismo con jóvenes en la misma situación que yo”, explicó.

“Soler, visiblemente molesto tras la negativa, se masturbó frente a mí. Yo aparté la mirada y dejé que terminara. Después él se marchó".

Al día siguiente por la mañana, sus padres llegaron a recogerlo. Nunca comentó el incidente con nadie, pero esto agudizó su depresión e intentó suicidarse nuevamente.

Ahora Raúl tiene 50 años y mantiene que Soler desde el principio se acercó a él con el propósito de abusar sexualmente.

El monje ahora es acusado nueve víctimas de abusos sexuales, incluido Raúl P., que han alzado la voz tras la denuncia inicial de Miguel Hurtado.

LOGRÓ SUPERAR LO OCURRIDO

Raúl ahora reside fuera de Catalunya, está casado y tiene una hija. Superó aquellos años y se ha ayudado pintando para expresar lo que sentía en sus momentos más oscuros.

Quiso revelar lo que le ocurrió para que jóvenes que estén pasando por situaciones similares sepan que "esto también pasa" y para recordar que los espacios "de reinserción para jóvenes que por enfermedades graves tienen dificultades para volver a la vida real" siguen siendo necesarios.

EL ABUSADOR NUNCA FUE CASTIGADO

La primera víctima en revelar los abusos del monje, Miguel Ángel Hurtado, denunció en 1998 lo que le ocurrió ante el clérigo Josep Maria Sanromà, quien luego se lo comunicó al entonces abad, Sebastià Bardolet.

A pesar de esto no ocurrió nada. Después de insistir, Hurtado señaló que el abad le reconoció que le creía pero que le pidió a su familia que no denunciara.

En 2015, tras la muerte del monje que cometió los abusos, al ver que la editorial de la abadía había publicado un libro en 2007 en homenaje a su abusador, quien no fue castigado, decidió hacer público su caso.

Y así como él, son ocho más los que han denunciado. Ante el goteo de denuncias, el abad de Montserrat ha creado una comisión de investigación con el objetivo de esclarecer los hechos.

SE PRONUNCIÓ EL ABAD DE MONTSERRAT

El abad de Montserrat, Josep María Soler, se pronunció por primera sobre los abusos sexuales presuntamente cometidos por el monje Andreu Soler.

Este se solidarizó con las víctimas tras la humillación y sufrimiento por el que pasaron.

El abad aseguró que los hechos que están saliendo a la luz "han impresionado a todo el mundo". Agregó que sucesos como estos "nos duelen profundamente porque hieren y traicionan la confianza" en la iglesia.

El pasado mes de diciembre fueron revelados los nombres de 18 sacerdotes españoles acusados de abuso sexual en diferentes países.

Algunos han sido incriminados en su país de residencia; otros condenados en España y después han sido trasladados o han huido. Conoce los detalles aquí.