Joven se esfumó hace más de 20 años y ahora vuelve con hijos, nuevo nombre y hablando otro idioma
La chica tenía solo 14 años cuando decidió irse de casa. Tomó un autobús desde Baltimore hasta Nueva York, donde estuvo escondida de su familia por casi 22 años.
La vida puede cambiar en un instante que ni siquiera ves venir. Crees que tienes todo relativamente bajo control cuando de repente una noticia impacta tu vida de tal manera que lo único que te preguntas es: ¿qué hacer de ahora en adelante?
Bueno, después de 21 años y 10 meses, la familia Haag recibió una de estas noticias que voltean la vida de cabeza: Crystal Haag, la hija menor de la familia que había desaparecido cuando solo tenía 14 años, regresó a casa con otro nombre, hijos e incluso hablando en otro idioma, en español.
Todo fue impresionantemente rápido, a pesar de haber transcurrido dos décadas. La odisea empezó el día en que la madre, Cynthia Haag, recibió una llamada de su hija mayor, Bianca, diciéndole que había encontrado a la hermana menor desaparecida.
En cuestión de pocas horas, Bianca condujo desde Baltimore hacia el norte a la ciudad de Nueva York, donde Crystal vivía al norte de Harlem, la montó en el carro y la regresó a su verdadera casa.
La madre, naturalmente preocupada, se preguntaba por qué su niña había desaparecido por tantos años, dónde había estado y por qué había regresado, pues, para ella todo estaba “bien” entre ellas cuando la joven simplemente desapareció.
Aviso de búsqueda para Crystal Haag | Foto: NCMEC
Ahora, el cabello de Crystal era corto. Ella hablaba español con fluidez porque tenía muchos años viviendo en un barrio dominicano donde tuvo cuatro hijos, pero ya no se apellidaba Haag, sino Saunders y en su identificación no tenía 35 años como se supone que debería ser por lógica matemática. En cambio, señalaba que tenía 44.
VERDADES QUE DUELEN
La mañana del 26 de abril de 1997, Cynthia trabajaba en el supermercado local. Aunque no ganaba mucho, sentía que cumplía con su responsabilidad como madre de cuatro hijos al no dejar que faltara el alimento ni la ropa en su casa. Pero era madre soltera.
“Esa mañana, Cynthia miró a Crystal de 14 años, su cuarta hija, que sonreía como siempre. Para Cynthia era como un estallido de luz: 'una niña dulce' que ganó un premio en quinto grado. Le gustaba la escuela y se llevaba bien con todos, incluidos sus compañeros y hermanos”, reseña Infobae.
Esa mañana, Cynthia le había dicho a su “dulce hija” que regresara a la casa, pero en la mente de Crystal todo era muy diferente.
Crystal contó que apenas se llevaba bien con sus hermanos, que se escapaba con regularidad y que no era la niña feliz que su madre recordaba. “De hecho, ella era tan miserable y tan temerosa que el único plan que tenía sentido para ella era escapar”, aseguró a los medios.
DECISIÓN CRUCIAL
La mujer recuerda que cuando tenía 9 años, un vecino empezó a abusar de ella sexualmente. Esto continuó sucediendo con tanta regularidad que ella llegó a pensar que era normal, pero cuando se convirtió en adolescente, entendió que de normal no tenía nada.
“Para entonces, el abuso había durado tanto que había empezado a pensar que su madre tenía que haberlo sabido, una sospecha que se convirtió en una creencia. Su madre lo llamó ridículo y falso. ‘¿Qué clase de madre haría eso?’", reseñaron los medios.
Fue por eso que decidió escapar.
Subió a un autobús a Nueva York y después de varios días llegó a Upper Manhattan, donde cambió su nombre al de Crystal Saunders, de 23 años. Y es que a pesar de ser menor de edad, se veía bastante mayor.
UN BUEN FINAL
Después de todos estos años, uno de sus hijos mayores, de 20 años, empezó a indagar sobre el pasado de su madre, pues le parecía extraño que una persona no tuviese ni un solo familiar vivo. Y tanta fue su curiosidad que al final dio con la verdad y reunió a la familia.
No ha sido fácil después de que madre e hija se enfrentaron, cada una con su verdad, pero al final parece que todo valió la pena, pues Cynthia se trasladó con su familia de regreso a Baltimore, donde viven con una tía en el mismo vecindario que su madre y su hermana.
En otra historia de desapariciones, una familia ha estado sufriendo durante 14 años por el secuestro de su hija, quien tenía 16 años cuando repentinamente no volvió más a casa. Sin embargo, aún mantienen las esperanzas de hallarla con vida.