El hombre que "murió y resucitó" en 2018 solicita compensación de 50.000 euros
Un preso que estuvo horas oficialmente muerto y metido en una bolsa, "volvió a la vida" y exige una indemnización al Estado.
Un hombre llamado Gonzalo Montoya fue declarado muerto por tres médicos diferentes el año pasado. El ahora apodado "Jesucristo Montoya" se despertó repentinamente en el momento en el que le iban a practicar la autopsia.
La razón por la cuál lo creyeron muerto fue porque Gonzalo había sufrido una catalepsia (incapacidad de despertar y moverse). Ahora Montoya pide una indemnización de 50.000 euros ya nadie le hizo un estudio cardiológico y apeló a que "le cuesta mucho llevar el pan a su casa".
Recluso con esposas. Fuente: Pixabay
Gonzalo alega que fue introducido en una bolsa de plástico utilizadas para resguardar cadáveres y fue trasladado en un coche de Funerarias de Santa Teresa al Instituto de Medicina Legal de Asturias (el IMLA, en Oviedo) para hacerle la autopsia.
Camilla de la morgue. Fuente: Pixabay
"Creo que sí. Es injusto, quiero una respuesta porque yo no estaba muerto. Eran ellos los que querían matarme", dijo Gonzalo en su declaración al programa de Telecinco "Ya es mediodía".
Cadáver en una morgue. Fuente: Shutterstock
Gonzalo fue dado por muerto en la prisión de Asturias a principios de enero del año pasado y reclama a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias una indemnización por daños morales y perjuicios causados a él y su familia.
Montuya, preso de la celda 34 del módulo 8, fue hallado inconsciente por los funcionarios del centro penitenciario y parecía no estar respirando, Lo que no sabían los funcionarios es que el hombre había tenido una sobredosis de sustancias psicotrópicas.
Ya en el lugar, cuando el recluso se hallaba en la mesa de autopsias, empezó a emitir gruñidos y a moverse, por lo que el personal del IMLA abrió la bolsa, encontrándole allí consciente y con dificultades para respirar, por lo que fue trasladado de urgencia al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
Su abogado sostiene que el cliente fue dado por muerto por falta de comprobación "médica y técnica" necesaria para confirmar la muerte del recluso, ya que un electrocardiograma o una monitorización de la función cardíaca hubieran permitido descartar el fallecimiento de Gonzalo.
Entre el fallecimiento y la resurrección de Gonzalo Montoya pasaron cuatro horas