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Esto es lo que mi hermano con Síndrome de Down nos enseña cada día

Para conmemorar el Día Mundial del síndrome de Down, que se celebra cada 21 de marzo, una joven de 23 años llamada Cristina compartió su testimonio en Guiainfantil.com acerca de su vida junto a su hermano.

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Cristina es la mayor de tres hermanos: Pablo, de 20 años, y Arturo, el pequeño, de 15. Ella solo tenía dos años cuando nació su hermano Pablo, un niño con síndrome de Down.

Tres semanas antes de que Pablo llegara al mundo, los médicos detectaron que tenía un problema en el intestino y le dijeron a los padres que había posibilidad de que tuviera una trisomía.

Niño con síndrome de Down. Fuente: Pixabay

Niño con síndrome de Down. Fuente: Pixabay

Cristina recuerda que a sus padres se les cayó el mundo encima, especialmente a su padre, debido a la ignorancia sobre esta condición. Dice que las personas les ofrecían apoyo, como si se tratara de algo malo.

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Según Cristina, su madre le explicó la situación de una manera muy original. Ella le contaba un cuento con una familia de conejos en la que había nacido uno azul.

Bebé con síndrome de Down con pintura en las manos. Fuente: Shutterstock.

Bebé con síndrome de Down con pintura en las manos. Fuente: Shutterstock.

Todos le querían igual, a pesar de ser diferente. Fue así como Cristina entendió que su hermano Pablo era diferente.

La familia aprendió grandes lecciones de Pablo y vivió un cambio radical para bien. Pablo representa la tranquilidad y el Feng- Shui de la casa. Debido a eso, Cristina ahora ve la vida de otro modo. "Si él no fuese quien es, yo no sería quien soy", dice.

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La primera vez que notó el gran cambio en sus valores fue un día que tenía examen de historia al día siguiente. A ella no le gusta estudiar y repasar la lección porque se considera una persona de ciencias.

A la hora de la comida, la familia se reunió a comer. Pablo intentó pelar una naranja de postre y estuvo 10 minutos intentándolo. La familia le explicó como hacerlo y le dio consejos. A pesar de la dificultad y el agobio, el niño sabía pelar una naranja al día siguiente.

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