Hijo fue diagnosticado de fibrosis quística, y la familia podría ser deportada como consecuencia
Anthony Y Christine Hyde enfrentan una deportación luego de que su hijo fue diagnosticado con fibrosis quística.
La pareja irlandesa ha estado viviendo en Australia durante 10 años, pero cuando a su hijo le fue diagnosticada la fibrosis, el costo del tratamiento hizo que las autoridades rechazaran su solicitud de residencia permanente.
Anthony Hyde, es conductor de un autobús mientras que su esposa, Christine, es la subdirectora de un colegio local. La pareja había emigrado en el año 2009 a Seymour, Australia, donde viven con su hijo Darragh, quien nació en ese territorio.
Niño enfermo / Imagen tomada de: Pixabay
EL CHICO FUE VISTO COMO UNA CARGA
Luego varios años en el país oceánico, decidieron pedir la residencia permanente, pero la solicitud fue rechazada cuando los resultados médicos Darragh arrojaron que necesitaría un trasplante de pulmón.
Padre e hijo / Imagen tomada de: Pixabay
Este trasplante costaría una amplia suma de dinero a los contribuyentes, y aunque los padres apelaron la decisión, porque su hijo estaba tomando un medicamento cubierto por el Plan de Beneficios Farmacéuticos, todavía era visto como una carga debido a que el chico dependería de una medicación financiada casi en su totalidad.
Padres e hijo / Imagen tomada de: Pixabay
QUIEREN QUE EL CHICO SE QUEDE EN AUSTRALIA
Los padres de Darragh esperan poder llevar el caso al Tribunal de Revisión Administrativa, por eso crearon una petición con el fin de hacer eco de la situación para así evitar ser deportados y para pedir a las autoridades que dejen al chico quedarse en Australia, debido a que necesita tratar su enfermedad
Y es que todo se complica porque según las leyes australianas si un miembro de la familia no cumple con todos los pasos requeridos para obtener la visa, ninguno podrá obtenerla.
MIEDO EXTREMO A LA DEPORTACIÓN
Silas Anorve acabó con su vida luego que su padre, Ezequiel Anorve-Serrano fue arrestado por la policía. Al parecer el joven se suicidó por miedo a ser deportado.
Silas murió cuando fue atropellado por un automóvil en la US Highway 95 entre los bulevares Decatur y Jones, según confirmó la patrulla de camino. El chico saltó del vehículo familiar después de visitar a su padre en la cárcel.