Verónica Forqué: dolorosas pérdidas y fuerte depresión que enfrentó en los últimos años
La actriz atraviesa un duro momento personal tras la muerte de su madre, de quien era muy cercana. Su familia y amigos han sido su mejor apoyo en esta experiencia para salir adelante.
El fallecimiento de Carmen Vázquez-Vigo ha sido un gran golpe para su hija, la actriz Verónica Forqué, de 62 años. Fue precisamente en Carmen que Verónica vio inspiración para tomar su rumbo profesional.
Carmen se dedicó a la dramaturgia interpretación y traducción; el más grande reconocimiento lo tuvo como escritora de cuentos infantiles, con los que ganó Premios como el Nacional de literatura infantil y juvenil, destaca el diario ABC.
El apoyo de los familiares fue fundamental, especialmente el de su hija María Forqué, quien la acompañó al tanatorio a despedir a su madre. Pero no es el único momento difícil que ha enfrentado Verónica.
Años atrás murió de manera trágica su padre en 1995 y luego en 2015, recién divorciada de Manuel Iborra, que había sido su pareja por 34 años, perdió a su único hermano. Vivió una gran depresión a raíz de ello, pero ya no le gusta hablar del tema.
Luego de superar esa depresión que tuvo seis meses, volvió a sonreír.
“Con tratamiento y pidiendo ayuda se sale y se sale más fuerte y mejor, pero es necesario la ayuda de psiquiatras, de médicos, y del tiempo, además de la fuerza de uno…. la vida sigue”.
A ambos les recuerda con mucho cariño y se pone muy emotiva al hablar de ellos. Pero no cabe la menor duda que el momento más devastador para ella, fue la partida de su madre en marzo de 2018.
Cuando ella falleció, fuentes aseguraron a la prensa que “la unión entre Verónica Forqué y su madre era innegable, y es que de ella mamó su pasión por la interpretación. Carmen era actriz, narradora, dramaturga y traductora, y su padre, José María Forqué, fallecido hace más de 20 años, director de cine”.
En el momento de asistir al funeral, Verónica saludó a la prensa y agradeció su presencia y acompañamiento con una sonrisa. Vestía completamente del color morado. Su mirada reflejaba una gran tristeza.