El cambio de vida de Iñaki Urdangarin: de atleta olímpico a preso común

El esposo de Cristina de Borbón ingresó a la cárcel de Brieva (Ávila) en la madrugada del 19 de junio de 2018. Fue condenado en sentencia firme a 5 años y 10 meses por el caso Nóos.

Iñaki Urdangarín, el deportista olímpico que contrajo nupcias con la infanta Cristina, hija menor del Rey de España, ha estado cumpliendo una condena de 5 años y 10 meses desde mediados del 2018.

Su vida era completamente diferente hace 25 años, cuando el joven Iñaki era parte del equipo olímpico de balonmano de Barcelona. El deportista dio lo mejor de sí durante toda la competencia, a pesar de que España no obtuvo el título ese año.

ANTES DE LA PRISIÓN

El ex Duque de Palma empezó a jugar en el Barcelona a los 18 años. Tuvo una brillante carrera deportiva durante más de 15 años, participando en tres olimpíadas (y siendo capitán del equipo en el año 2000). Finalmente, se retiró ese mismo año.

En el 2001, retiraron el número de su camiseta (el 7) en una hermosa ceremonia. Esa decisión tendría importantes consecuencias en su vida, pues enfocó su atención en otras facetas profesionales.

AMOR REAL

Su romance con Cristina de Borbón tuvo sus inicios en 1997, durante los Juegos Olímpicos de Atlanta. Fue la infanta quien dio el primer paso y se empeñó a conocer a Urdangarín.

Tuvieron un noviazgo exprés, ya que tan solo un año después se casaron en Barcelona, donde fijaron su residencia. Iñaki pronto comenzó a planificar sus próximos pasos profesionales.

TRAS EL DEPORTE

Iñaki Urdangarín se desempeñó como miembro primero y vicepresidente del Comité Olímpico Español. Después trabajó en Octagon Esedos y Motorpress Ibérica, compañías de marketing deportivo.

El hecho de pertenecer a la Familia Real española le abrió las puertas en su trayectoria profesional y emprendió proyectos como la fundación del Instituto Nóos en 2004.

EL ESCÁNDALO LEGAL

El marido de Cristina mantuvo una vida tranquila y privilegiada durante más de diez años, hasta que se reveló el escándalo que lo llevaría a prisión: la corrupción del Instituto Nóos.

Fue acusado en diciembre del 2011, convirtiéndose en el primer miembro de la familia real tras las rejas. La Casa Real ya había excluido al deportista de la agenda oficial antes de que se confirmaran las sospechas.

PRESO COMÚN Y CORRIENTE

El Reglamento Penitenciario establece los derechos del cuñado del rey durante su estadía en prisión. Al igual que otros presos, tiene permitido visitas conyugales de su esposa, así como de sus hijos y familiares.

El artículo 45 establece al menos “una comunicación íntima al mes, cuya duración no será superior a tres horas ni inferior a una”, así como otra comunicación al mes con familiares y allegados, de la misma duración.

VISITAS

Asimismo, se pueden conceder “visitas de convivencia a los internos con su cónyuge o persona ligada por semejante relación de afectividad e hijos que no superen los diez años de edad” en locales o recintos adecuados “y su duración máxima será de seis horas”.

El ex Duque ahora no tiene pasaporte ni posibilidad de ir a ningún lado sin permiso explícito de un juez. Se centra en su familia y en el deporte. Recientemente, durante la pandemia global del 2020, la infanta Elena visitó a Iñaki poco antes de que el gobierno estableciera el confinamiento total.

VOLUNTARIADO

Con el pasar del tiempo, Iñaki fue ganando ciertos privilegios, a medida que se ganó la confianza de la administración de la prisión. Por ejemplo, actualmente a Urdangarín se le permite salir de la prisión de Brieva dos días a la semana, para realizar servicios de voluntariado.

En esos días, Iñaki visita un centro en Pozuelo de Alarcón (en Madrid), llamado "Hogar Don Orione". Allí, Iñaki ayuda a coser y planchar la ropa de las personas que dependen de la organización, la mayoría de los cuales requieren asistencia las 24 horas. También los ayuda con ejercicios deportivos y terapéuticos.

Pasa su tiempo leyendo libros, cultivando en el patio y haciendo deporte; dispone, al parecer, de una cinta para correr y de una bicicleta estática. Tras más de un año de condena, recibió un permiso para pasar la Navidad de 2019 en Vitoria, con su familia.

Adicionalmente, en 2020, se reveló que en el contexto de la pandemia global de coronavirus, la prisión de Iñaki no tendría planes de poner en práctica ningún plan de desescalada.