El amor de María Félix por su hermano Pablo: prohibido, trágico y de por vida

El escritor Enrique Krauze tuvo la oportunidad de registrar el idilio prohibido en el libro de memorias de Félix, 'Todas mis guerras' (1994), donde ella dio detalle de sus sentimientos por Pablo Félix.

En 1914 nació María de los Ángeles Félix Güereña, en Álamos, Sonora, mujer que se consolidó menos de cuatro décadas más tarde como la diva de oro del cine mexicano; la figura se hacía llamar María Félix.

Junto a su fama, que crecía como la espuma, crecía también su fila de admiradores, entre los que destacaron como grandes amantes: Jorge Negrete y Agustín Lara, entre otros. Sin embargo, ninguno de ellos era su verdadero amor.

Un amor que, por su misma imposibilidad, creó al final a quien hoy todos conocemos como “La Doña”, el personaje lleno de fuerza y suficiencia que María Félix interpretaba a la perfección, tal vez porque representaba a la mujer que ella necesitaba ser para soportar el dolor de su amor imposible: su hermano, José Pablo Félix Güereña.

En el libro de Sergio Almazán, ‘Acuérdate María’, que viene siendo una combinación entre novela y biografía, podemos conocer la vertiginosa relación que María Félix vivió con su propio hermano, quien fue enviado al Colegio Militar cuando sus padres se percataron de la cercanía incestuosa que se estaba desarrollando entre ambos.

Finalmente, José Pablo, torturado por sus pensamientos, puso punto final a su existencia. O así lo reseñaron las autoridades y los medios para ese tiempo.

EN LAS PALABRAS DE KRAUZE

A partir de este suceso, murió María de los Ángeles y nació “La Doña”, la mujer de corazón de piedra y mirada de serpiente. Y el escritor Enrique Krauze tuvo la oportunidad de registrarlo en el libro de memorias de Félix, 'Todas mis guerras' (1994), donde dio detalle de sus sentimientos por Pablo.

“Al verlo con su uniforme militar… Yo pensé en buscarme un muchacho como él, que tuviera su piel y sus ojos, pero que no fuera mi hermano. Era una tontería, porque el perfume del incesto no lo tiene otro amor”, fue una de las frases más célebres de la obra, según reseñó Univisión.

La diva de oro describía a su hermano como "un dios de guapo: moreno, con el pelo rubio veteado por el sol y un lunar junto a la boca idéntico al mío. Le decíamos 'El Gato' porque tenía los ojos muy claros, casi amarillos. Cantaba y tocaba la guitarra como los mismísimos ángeles".

OTRA TEORÍA SOBRE SU MUERTE

En todas las biografías publicadas hasta la fecha acerca de 'La Doña', la muerte de su hermano siempre se había atribuido a un suicidio. Sin embargo, la biógrafa e investigadora Marta Zamora, al buscar información acerca de la presunta relación amorosa entre María y el célebre pintor Diego Rivera, encontró que Pablo Félix pudo haber sido asesinado.

El informe forense que consiguió Zamora, según ella, arroja mucha más información que el acta de defunción del muchacho, fechada el 26 de diciembre de 1937. El médico legista lo describió como un "homicidio", detalle importantísimo que omitieron en el acta de defunción.

Sin duda alguna, María Félix siempre será recordada tanto por su agitada vida amorosa como por su inigualable y particular manera de ser. No obstante, sus frases también han marcado la diferencia a lo largo de la historia.