Carlota Corredera y su continua lucha contra el sobrepeso

Carlota ha tenido una batalla contra el sobrepeso toda su vida. Reconoce que siempre se mantiene a dieta pero que no tiene complejos por ello.

La presentadora adelgazó 60 kilos en 2017 con una dieta proteica y se hizo “gurú” de la alimentación sana.

Está tan orgullosa de haber alcanzado esa meta que subió una foto a sus redes sociales para recordar cómo era su vida pasada antes de someterse a ese gran cambio.

Señaló que todo fue fruto del sacrificio y nunca de métodos manuales que le habrían hecho pasar por quirófano.

“No hay ni trampa ni cartón, ni golpes de bisturí, pero sí mucho sacrificio, fuerza de voluntad y esfuerzo”.

Corredera explicó que el sobrepeso afectaba su salud: “Estaba en riesgo cardiovascular y tenía un grave nivel de grasa visceral”.

Contó que de pequeña no lo pasó muy bien por ser gorda, algunos compañeros utilizaban su sobrepeso para hacerle daño.

“Tengo recuerdos tristes con la comida, porque siempre he estado a dieta, pero no porque me insultase nadie”, afirmó.

Para ella, la palabra “gorda” es ofensiva dependiendo de cómo se diga y del contexto.

“Yo considero que soy una persona gorda. Siempre he tenido problemas de peso, pero no sufrí ningún trauma”, dijo la periodista.

Aseguró que su metabolismo no le permite que descuide ni un segundo de su alimentación. “No es una cuestión de talla. Lo importante es tener los hábitos y no vivirlos como un drama”, confesó.

Carlota señaló que lo malo de esos regímenes alimenticios es que cuando te descuidas y comienzas a comer normal, puede llegar el “efecto rebote”.

En la actualidad, la periodista ha subido un poco de peso, pero ya comenzó una estricta dieta proteica para perder las tres tallas que ha ganado últimamente.

Por esta razón, le pidió a sus compañeros de “Sálvame” que tuvieran cuidado con los enfoques de las cámaras.

También ha sido muy criticada porque escribió un libro dando pautas para adelgazar y el hecho de que se notara un gran aumento de peso hizo que perdiera totalmente la credibilidad.

La presentadora nunca ha ocultado que se sometió a una lipoescultura y a una mastopexia y, es por eso, que se le ha acusado de ser reincidente en las operaciones estéticas.

A pesar de todo, le gusta recordar que el constante sacrificio y la fuerza de voluntad fueron los timones para una nueva vida.

Confesó que la alimentación no llega a ser una pesadilla: “No es cuestión de pesadilla, cada uno tiene que asumirse. Hay gente que come de todo y no engorda y gente que comemos aire y engordamos”.

Finalmente, expresó que lo único que puede hacer una persona cuando va a perder peso es comprometerte consigo misma y tomar conciencia de que debe cuidarse y comer bien para lograr la meta.