Emma Penella: la vez que renegó a su padre y se cambió el apellido
Tanto Emma como sus hermanas se cambiaron el apellido para alejarse del espectro de su padre, un represor tras el Golpe responsable de la muerte de García Lorca.
La era de Franco fue una etapa traumática en España, cuyas cicatrices aún no han sanado del todo. Mucho se ha hecho por olvidar lo sucedido, y todos los involucrados se esfuerzan por distanciarse de ese oscuro pasado.
Un ejemplo es la actriz Emma Penella, quien llegó incluso a renegar a su padre, cambiando su apellido para no ser asociada con su infame legado: el hombre que denunció a Federico García Lorca antes de su fusilamiento.
De las cuatro hermanas, María Julia fue la única que no renegó públicamente del padre, pues no se dedicó al mundo artístico y no le hacía falta. Pero Emma, Elisa y Terele decidieron abandonar su apellido y evitar cualquier vínculo con su padre, Ramón Ruiz Alonso, diputado de derecha por el CEDA.
Emma optó por usar el apellido de su abuelo materno, el maestro Manuel Penella Moreno. compositor de "El gato montés". Elisa tomó su apellido de esa misma obra, convirtiéndose en Elisa Montés. Por su parte, Terele honró a su abuela materna, tomando su segundo apellido para ser Terele Pávez.
El apellido "Ruiz" desapareció del nombre de las tres hermanas, y durante una vida entera guardaron silencio sobre las oscuras acciones de su progenitor, temiendo el rechazo del público.
Ramón Ruiz estudió Ciencias Sociales y tipografía antes de unirse a las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalistas (JONS) de Ledesma Ramos. Para 1933, fue encargado de reclutar un centenar de militantes para luchar en la calle contra la "revolución".
Ese encargo se traducía en violentos enfrentamientos callejeros, pero cuando José María Gil Robles convenció a Ruiz de integrarse a Acción Popular (parte de la CEDA), las cosas cambiaron rápidamente.
Ruiz trabajó entonces como obrero tipógrafo, donde tuvo muchos conflictos laborales con sus compañeros, hablando pestes eventualmente sobre toda la experiencia, espetando que el sindicato únicamente sirve "para corromper el corazón de los obreros".
Así comenzó a ser llamado "el obrero amaestrado de la CEDA", y sus declaraciones eventualmente le costaron el despido de su cargo.
Tras el golpe de Estado, se sumó a los sublevados como represor, y cuentan los historiadores que habría sido Ruiz Alonso quien denunció la ubicación de Federico García Lorca al Gobierno Civil poco antes de su ejecución. Ruiz pensaba que García Lorca implicaba un "enlance con Rusia", y que "había hecho más daño con la pluma que otros con su pistola".
Un mes antes de su muerte, Terele le dijo adiós a su hermana Mari Juli. Ella vivía en Las Vegas y fue directora de un hotel en la ciudad de los casinos, pero no quiso involucrarse en la vida pública de su familia.