Estefanía de Mónaco y Daniel Ducruet: una escandalosa historia de amor

La ruptura entre la princesa y Daniel Ducruet, provocada por la infidelidad del exguardaespaldas, puso en la mira a la familia real en los 90.

Durante la década de los 90, Estefanía de Mónaco, adornaba cientos de portadas y titulares de prensa. Stéphanie Marie Isabelle Grimaldi Kelly, apodada "la princesa rebelde", provocó múltiples dolores de cabeza a su padre con su vertiginosa vida amorosa.

El hito de su famosa rebeldía fue la relación que mantuvo con su guardaespaldas, Daniel Ducruet. La pareja se conoció en 1986, cuando el joven francés llegó a Mónaco para trabajar como agente de policía.

Al tiempo, ingresó al cuerpo de seguridad del príncipe Alberto, hermano de Estefanía. Fue precisamente Alberto quien recomendó a Ducruet como jefe de seguridad para Estefanía, quien en aquel entonces solía viajar por Latinoamérica cuando probó suerte con la música.

La joven princesa abandonó Mónaco en 1991 para promocionar su EP "Stéphanie" y viajó al exterior junto a Ducruet. El flechazo entre ambos ocurrió durante este viaje.

Al inicio de la relación, todo se mantuvo en secreto. Pero el romance se dio a conocer públicamente por la revista Paris Match, la cual reveló varias fotos de los tórtolos en la costa portuguesa, Estoril.

Pasó un año, y la princesa tuvo que abandonar el mundo musical por presiones de su padre. Rainiero III. En junio el mismo, anunció su primer embarazo.

Dos meses antes, Rainiero le había suspendido la mensualidad que le asignada de 24.000 euros. Se dice que la princesa vendió la exclusiva de su embarazo para presionar a su padre. Pero lo único que logró fue ser excluída de los actos oficiales por Rainiero y Carolina.

La pareja le dio la bienvenida al mundo a su primer hijo, Louis, en 1992. Le siguió Pauline en 1994. Los rumores dicen que Rainiero permitió la boda entre Estefanía y Ducruet debido al nacimiento de su nieta.

Se casaron en una discreta boda civil el 1 de julio de 1995. La ceremonia tuvo lugar en el Principado ante 40 invitados. Para honrar su apodo de "princesa rebelde", Estefanía lució uno de los vestidos de novia más cortos de la realeza.

Los Grimaldi creyeron que finalmente Estefanía sentaría cabeza y que sus locuras habrían llegado a su fin, pero se equivocaban. Tan solo un año después, llegó la ruptura.

En 1996, la revista Interviú dio a conocer la infidelidad del ex jefe de seguridad. Las polémicas fotos, que muestran a Daniel Ducruet muy acaramelado con una bailarina de striptease francesa, Fili Houteman.

El escándalo hizo que el Rey se encolerizara y exigió a su hija que se separara de Daniel, pero Estefanía tenía otros planes. Sin embargo, se divorciaron luego de una fuerte discusión en la que, según testigos, Daniel le propinó una cachetada a la princesa y acabó en comisaría.

Firmaron el acta de divorcio el 4 de octubre de ese mismo año.

Desde entonces, la ex pareja ha mantenido una relación amistosa como divorciados. Suelen coincidir en fechas importantes, como los cumpleaños de sus hijos en común y algunos eventos familiares.

"Aunque los niños sean ya mayores, seguimos celebrando juntos las fiestas de cumpleaños, por ejemplo. Ellas saben que siempre estaré ahí, que pueden contar conmigo, y viceversa. Nuestros hijos fueron fruto del amor, y eso es lo más importante, son los cimientos de nuestro vínculo". ha dicho Ducruet.

La hija menor de ambos, Pauline, ha llegado a decir que está orgullosa de que sus padres se lleven tan bien. A pesar de la mediática ruptura, ambos han sabido como mantenerse cordiales y han reconstruido su vida.

Si alguien ha heredado la belleza de la Princesa Estefanía de Mónaco, es su hija, Camilla Gottlieb. Recientemente, Camille perdió una buena cantidad de peso, y está aprovechando sus cuentas de redes sociales para mostrarle al mundo su nueva figura.