Chiste: Un anciano en harapos está 'pescando' en un gran charco tras una fuerte lluvia
Aquí hay una broma sobre un anciano que está pescando en un gran charco frente a un pub que seguramente te hará reír.
Un día lluvioso, un anciano estaba parado cerca de un gran charco frente a un pub. El hombre sostenía una vara y una cuerda cuando un transeúnte lo vio y se preguntó qué estaba haciendo allí. Decidió acercarse a él. "¿Qué estás haciendo?" preguntó. El viejo lo miró y respondió: "Pescando".
El caballero se rió en su mente. No estaba seguro de si el viejo bromeaba o hablaba en serio. Solo unos momentos, decidió invitarlo a beber en el bar. El viejo inmediatamente aceptó su invitación. Un camarero se les acercó cuando entraron, y pidieron una bebida.
Anciano pícaro │Imagen tomada de: Pexels
PESCANDO FUERA DEL AGUA
Mientras bebían su whisky, el caballero le preguntó al viejo: "¿Y cuántos has atrapado?"
"Eres el octavo hoy", respondió el viejo.
Personas en un pub │Imagen tomada de: Pexels
MÁS CHISTES DE PESCADORES
Si te gustó y reÍste a carcajadas, aquí hay un chiste adicional que llenará tu corazón de alegría: Tres pescadores estaban pescando cuando se encontraron con una sirena. La sirena les ofreció un deseo cada uno.
"Duplica mi coeficiente intelectual", dijo el primer pescador; entonces la sirena lo hizo, e increíblemente, comenzó a hablar sobre Shakespeare.
Personas pescando │Imagen tomada de: Pexels
Luego el segundo pescador dijo: "Triplique mi coeficiente intelectual". Y efectivamente, la sirena lo hizo. Sorprendentemente, comenzó a hacer problemas matemáticos que no sabía que existían.
El tercer pescador estaba muy fascinado. Luego le pidió a la sirena que cuadruplicara su I.Q. Y la sirena preguntó: "¿Estás seguro de esto? ¡Cambiará toda tu vida!".
La sirena │Imagen tomada de: Pexels
REÍR ES LA MEDICINA DEL ALMA
El pescador dijo "sí", por lo que la sirena lo transformó en una dama. ¿Quieres reír un poco más? Mira esta historia de un matrimonio entre un hombre de 80 años y una mujer de 20 que iban a tener a su primer hijo juntos.
Lo sorprendente de este relato es que la pareja no llegó a la sala de parto una sola vez, ¡sino tres! Ante el asombro la enfermera le preguntó al hombre como lo hacía, hasta que el tercer niño dio la respuesta que ella buscaba.