Donatella Versace: adicciones, amoríos y el infierno tras el asesinato de su hermano
La vida de las personalidades públicas no siempre es color de rosa y muchas veces se convierten en víctimas de la fama, tal como le pasó a la hermana del renombrado diseñador de modas.
El nombre de Donatella Versace retumba en el mundo entero por ser la hermana de Gianni Versace, el artista creador de grandes tendencias de la moda, que fue asesinado a las puertas de su residencia en Miami.
Hija de un aristocrático banquero italiano, la menor de los Versace no mostró ninguna inclinación profesional, sino que se dedicó a vivir y disfrutar de las relaciones públicas, faceta que se le daba muy bien por su gran simpatía.
Su nombre está rodeado de adicciones, rumores de asuntos reales y la pesadilla con la que tuvo que lidiar tras el asesinato de su hermano.
DESPUÉS DEL ASESINATO
Aquella mañana de julio de 1997, Andrew Cunanan le propinó un disparo mortal a Gianni Versace justo en la puerta de su residencia en Miami.
La conmoción por la muerte del dueño de un imperio de la moda fue colectiva, mientras en el seno familiar, Donatella y su otro hermano, Santo, buscaban cómo lidiar con la muerte del diseñador, mientras tomaban las riendas del negocio, para que la tragedia no generara bajas en las ventas.
Donatella, quien siempre se robaba titulares por sus escándalos por su estilo al vestir y su forma de vivir, estaba siendo encaminada por Gianni para que se involucrara de manera más activa en su empresa.
A pesar de llevar una vida frívola, poco a poco se convirtió en colaboradora cercana a Gianni, pero sin renunciar a su vida alegre y desbocada.
Lo cierto es que mientras el diseñador llevaba una vida más privada, Donatella, quien comenzó su línea de ropa con innovadores diseños, siempre ha sido más provocadora y revolucionaria. Nada conservadora como lo era su hermano.
En la actualidad, la línea Versace mantiene ambas tendencias para no perder una clientela de siempre y ganar otra más joven y reivindicativa de la moda.
EN EL MUNDO DE LAS DROGAS
La mujer de cabello rubio platino, pómulos abultados, varias cirugías estéticas y abuso del botox, estaba a merced de la cocaína.
Consumía a diario la adictiva droga y experimentó una vida de abusos y fiestas que por años protagonizaron sus días.
Decenas de hombres pasaron por su vida, pero con uno se enserió. Paul Beck, un modelo estadounidense que exhibió ropa de los Versace, se convirtió en su esposo en 1983 y se divorciaron en 2000, después de tener dos hijos, Allegra y Daniel.
Cuando su adicción ya era muy grave, se internó en una clínica de desintoxicación, en donde se dice que hasta el mismo príncipe Carlos de Inglaterra llegó a visitarla.
Se rumoraba que tenían relaciones íntimas, pero no hay prueba alguna de algún romance entre ella y el royal.
En septiembre del pasado año, el grupo norteamericano Michael Kors, luego denominado Capri Holdigs, compró la empresa Versace. Se especuló que pagó cerca de dos mil millones de dólares, cuyos beneficiarios fueron Donatella y su hermano Santo, también diseñador.
Lo bueno del acuerdo es que ambos han seguido en la empresa, y ella incluso ha continuado como responsable de los diseños, con el sello siempre de los Versace.
Ésta siempre sorprendente mujer, ya no da los escándalos del pasado, aunque no renuncie a su personal idiosincrasia.
EN LA PANTALLA CHICA
Además de tener una pequeña participación en el film de Hollywood, “El diablo viste de Prada”, Donatella Versace fue interpretada por Penélope Cruz en la serie llamada El Asesinato de Gianni Versace, de ‘Americam Crime Story’.
Dicho papel sería interpretado en un principio por Lady Gaga, pero lo terminó encarnando su amiga, la talentosa actriz española, quien no rechazó el papel por respeto a la amistad que la une con la diseñadora.
Donatella Versace es actualmente la jefa de diseño y vicepresidente de la firma italiana que lleva su apellido. Y aunque ya tiene 64 años, continúa siendo una de las mujeres más reconocidas en la industria de la moda.
La popularidad de la marca creció cuando ella diseñó el icónico vestido verde, conocido como Jungle-Dress, que llevó Jennifer López a los Grammy en el 2000.
Donatella fue la primera diseñadora en utilizar celebridades como imagen de su marca en vez de modelos. Jennifer López, Madonna, Demi Moore, Christina Aguilera y Jonathan Rhys Meyers fueron algunos de los famosos en protagonizar campañas para Versace.
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