Blanca Romero: no ha tenido éxito en el amor pero hace todo lo posible como madre
Como todos, la actriz y modelo ha enfrentado obstáculos, pero ahora está en el mejor momento de su vida. Así lo siente y lo ha compartido en uno de los eventos a los que asiste como embajadora de reconocidas marcas.
Aunque la felicidad está muy presente en su vida, a Blanca Romero el amor le ha sido algo esquivo. Confiesa que su deseo de Navidad fue que llegue para ella un nuevo novio porque "quedarse para vestir santos" es uno de sus mayores miedos, confesaba a principios de este año.
En exclusiva para “La Otra Crónica”, reveló la modelo que vive muy tranquila en Gijón, que la experiencia le ha enseñado a vivir de otra manera, a no preocuparse y disfrutar de lo que realmente es importante para ella.
“Suena a tópicos. Pero estos 43 son el mejor momento de mi vida. Cómo encajo las cosas, lo que me apetece, cómo no me afecta lo que no me tiene que afectar”, confiesa antes de admitir que bromeaba con respecto al novio de regalo.
“Se está muy bien sola. Y es que cuando crías a dos hijos y pasas momentos tan duros en los que necesitas a alguien al lado y lo haces sola, luego ya no necesitas a nadie. Pero, si tuviese que elegir un compañero ideal, sería un compañero guapete que sea colega”, detalló.
Lo reservada que suele ser, y mantener en privado su vida íntima, la lleva a reconocer que incluso podría vivir en pareja y la gente no lo sabría.
"Yo, como soy tan reservada, nadie sabe si vivo realmente con el padre de mi hijo, o si no estoy en pareja. Entonces tampoco la gente se atreve mucho a acercarse. Pero ahora, con el Instagram, llueven los 'te invito' y se agradece. Me ha venido bien para la autoestima. Sigo siendo mujer, no soy solo madre”, explica.
La hermosa modelo es madre de Lucía, de 20 años, y Martín, de 7. Su hija, por cierto también modelo, es quien está muy enamorada actualmente y ha confirmado su noviazgo con el piloto Marc Márquez.
Blanca no se atreve a aconsejarle en el amor. “¿A Lucy? ¿Yo? O sea, ¿yo? No, yo no. Yo no puedo darle ningún consejo, ¡me los tendrá que dar a ella a mi más bien!”, admite.
Con respecto a la maternidad, reconoce que ser madre soltera fue más difícil con el pequeño que con Lucía. "Con el segundo niño sí eché de menos la figura paterna, costó criarlo y hubiese sido más fácil para el niño también. Pasé un momento duro y triste,” reveló en entrevista en 2016.
Con Lucía también fue madre soltera, pero su exesposo Cayetano Rivera adoptó a la niña cuando contrajeron matrimonio.
Sobre quién es el padre biológico de su primogénita, ella contó que "cuando decidimos tener a la niña, le dije: Por favor, si algún día lo nuestro no va bien, lo único que te pido -ni dinero ni nada y jamás te voy a molestar- es que nos dejes tranquilas y no me la quites".
Se separaron unos meses cuando nació la bebé y luego definitivamente después de su primer cumpleaños.
A pesar de divorcios, escándalos y criar sola a dos hijos, se reconoce más feliz que nunca. Y disfruta más a medida que se hace mayor “porque ya sabes seleccionar, lo que quieres que te afecte y lo que no. Aprendes a estar en paz. Ahora me divierto más, me río más. Aprovecho más mi tiempo. Me gusta la mujer en la que me convertí”.
Cuando se le ha preguntado por Lucía y Martín, ha sido sincera al responder para hablar sobre la crianza sin un hombre a su lado. Sin figura paterna para sus hijos.
"Son niños que nacieron del amor, son de dos personas con las que en ese momento había una química brutal, han sido los que tenían que ser", asegura.
Lucía nació cuando ella tenía 21 años y 14 años más tarde nacería Martín.