Un empresario anónimo pagará 100.000 euros para tratar el tumor de un niño de 7 años
Los milagros existen, ocurren a diario. La bondad de algunas personas no tiene límites y son ellos quienes hacen de este mundo un lugar mucho mejor para existir, cuando llenos de empatía ayudan a quien más lo necesita.
Cristian es un niño español de siete años que, a tan temprana edad, se encuentra con un difícil diagnóstico que enfrentar. Sin embargo, aunque le fue detectado en mayo un tumor de tronco encefálico, tanto él como su familia se mantienen alejados de una actitud negativa.
Llenos de buenas energías, con sonrisas y la mejor actitud para enfrentar la enfermedad se encuentran ahora, y desde el primer momento se dirigieron a las redes sociales para buscar ayuda, pues el tratamiento del pequeño tendría que realizarse fuera de España, comentaron a Diario Sur.
El recibimiento del diagnóstico fue un duro golpe. En el Hospital Materno de Málaga le dijeron a Noelia, madre del niño, que “no podían operarlo y que probablemente solo iba a tener siete meses más de vida”.
Ante esta situación, buscan una solución en la protonterapia, un método más preciso de lo que es la radioterapia que se conoce convencionalmente. Esta técnica con protones permite ir directo al tumor sin afectar más zonas.
Aquí el panorama vuelve a cambiar porque la máquina necesaria para realizarla no la tiene ningún centro de salud en el país, al menos no en funcionamiento hasta el año 2020, por lo que tratar a Cristian en el extranjero es lo más recomendable para lograr su recuperación.
En medio de la difusión de campaña buscando ayuda en redes sociales, han encontrado un inmenso apoyo. Desde mensajes que les brindan fortaleza hasta el donativo para costear el tratamiento completo. Esto, gracias a un empresario que no quiere que se conozca su nombre.
El hombre de negocios, que prefiere mantenerse en el anonimato, dice que la familia puede estar tranquila y que él asumirá todos los gastos de una posible intervención quirúrgica y tratamiento en el extranjero, que rondan casi los 100.000 euros.
“La vida de un niño no tiene precio. Que la familia esté tranquila con esto. Conozco la situación y si tenemos que actuar lo haremos. Sea en Suiza, Suecia o República Checa, donde sea. Lo que no puede ser es que la seguridad social en España aún no tenga este tipo de máquinas, es cuestión de estado», comentó el donante.
El tumor está pegado a la espina dorsal, por lo que se busca evitar con este tratamiento que el niño de Málaga quede tetrapléjico. Los médicos aseguraron que este tipo de cáncer no es muy común, por lo que “se dan muy pocos casos y no hay mucha investigación”.
Aunque sea muy raro, es triste admitir algunos niños en sus primeros años de vida deben enfrentar las más duras pruebas con pronósticos de salud nada alentadores y por supuesto, hasta sorpresivos para padres, familias y doctores.
Uno de los casos más conocidos es el que le sucedió al pequeño Jack Young, un niño inglés que no podía dejar de reír. Incluso, por 17 horas continuas se escuchaba su risa a diario.
Ed y a Gemma Young son una pareja de Somerset, Inglaterra, que se preocupó cuando su pequeño hijo no podía parar la risa. El resultado de la consulta con el médico fue un shock. El niño tenía un tumor cerebral que le causaba ataques de risa. Se trataba de un tumor denominado Hamartoma Hipotalámico.
No fue Gemma quien notó lo que ocurría. Otra mujer, también madre, notó que algo no estaba bien. "Me sentí muy mal de que otra mujer lo notara en mi bebé, y como madre, debí haber sido yo quien se dio cuenta", relató ella.
Después de una cirugía de 10 horas, Jack está libre de tumor, tiene cuatro años de edad y sus risas ahora sí son producto de la alegría.