Claudio Brook: vida, mujeres y una partida prematura
¿Recuerdas a Claudio Brook, el actor mexicano con ascendencia europea que trabajó en cine, teatro y televisión, y como actor de doblaje durante 38 años?
Claude Sydney Brook Marnat nació el 28 de agosto de 1927 en la Ciudad de México. Su padre era oriundo de Mánchester, Inglaterra, mientras que su madre era mexicana de origen vasco, lo que dio al niño de ojos claros una infancia con influencias extranjeras y un desarrollo muy inusual.
En su juventud y quizás por la influencia de su padre, Claudio laboró en la embajada británica de México, pero, más tarde y gracias a su desempeño deportivo, se volvió parte del Club Atlante de Ciudad de México, en el que incluso llegó a jugar de forma profesional.
No obstante, su pasión no era el fútbol, así que años después, se retiraría para incursionar en el mundo del arte dramático.
Brook debutó como histrión con la empresa Rivatón de América, primero haciendo doblajes y, más tarde, como actor de cine, teatro, televisión y radio.
Su bien parecido, su estatura, el color cenizo de su cabello y sus ojos claros lo hacían fácilmente confundible con un extranjero y, el hecho de que dominaba el inglés y el francés, le otorgó la oportunidad de interpretar papeles en películas norteamericanas y europeas.
A mediados de la década de los cincuenta, su talento rápidamente lo colocó entre los intérpretes más solicitados, destacando mayormente en roles antagónicos y de villanos.
Sobre el escenario, Brook actuó en obras como El hombre de la Mancha o Vals de aniversario, mientras que, para la televisión, fue parte de proyectos tanto norteamericanos como mexicanos; entre ellos, Sheena, The Queen of the Jungle (1955), en el cual el actor debutó.
Algunas telenovelas y teleteatros que hizo en México fueron Vida Robada (1961), Gran teatro (1963), Un Grito en la Oscuridad (1965), Viviana (1978), Sandra y Paulina (1980), La pasión de Isabela (1984), Teresa (1989) y El vuelo del águila (1994).
Uno de sus primeros proyectos para el cine norteamericano fue el largometraje Daniel Boone: Trailblazer, estrenado en 1956. En esta cinta actuó junto a Lon Chaney Jr., Bruce Bennett y Faron Young.
Por otro lado, fue contratado para aparecer en películas europeas como, Troppo per vivere… poco per morire (1967), La Blonde de Pekin (1967), Coplan sauve sa peau (1968), Frau Wirtin hat auch eine Nichte (1969), La voie lacteé (1969) y The assasination of Trostky (1972), gracias a su dominio de más idiomas además del español.
Estuvo trabajando en proyectos de diferente índole año tras año, hasta que ya no pudo más por una enfermedad que comenzó a padecer.
Su último trabajo fue en el video experimental Utopía 7, en 1995, mismo año en el que Brook falleció debido a un cáncer de estómago. Con su muerte, el18 de octubre, Brook dejó atrás a una viuda y cuatro hijos.
SU VOZ INCONFUNDIBLE
Su tipo de voz lo volvió un locutor reconocido que anunciaba, más que todo, marcas o modelos de coches como Dodge y Chrysler en Latinoamérica.
Asimismo, prestó su voz para hacer una extensa variedad de radionovelas y radioteatros, a las estaciones Radio Horizonte y Radio Manquehue de Chile, y para efectuar trabajos experimentales de RadioUNAM.
Dos de los proyectos más importantes en los que trabajó como doblador fueron Patrulla de Caminos, haciendo la voz de Broderick Crawford, y el Rey de los Diamantes, doblando a Dan Matthews.
Después, Brook formó parte de empresas de doblaje de traducción mexicanas como R. K. Tompkins y Asociados, CINSA y SISSA.
Está de más decir que Claudio conquistó a muchas mujeres, pero sólo tres tuvieron el privilegio de casarse con él.
SUS AMORES
Su primera esposa fue Mercedes Pascual, con quien tuvo a su primera hija, Claudia. La pareja se separó y el actor terminó casándose con la también actriz de doblaje, Eugenia Avendaño. De esta relación nació Simone Brook, antes de Claudio casarse por tercera y última vez.
Su tercera esposa fue Alicia Bonet, quién lo acompañó hasta su muerte y quién le dio dos hijos más, Arturo y Gabriel.
En la década de 1990, Brook fue diagnosticado con cáncer de estómago, enfermedad que eventualmente terminó arrebatándole la vida en 1995, cuando tenía 68 años.
Por otro lado, puedes leer sobre la vida de este otro gran actor, Luis Manuel Pelayo, y el motivo que causó que su carrera llegara a su fin, en este enlace.