Mariela Alcalá: la estrella de 'La intrusa' y su feliz vida en Perú

Mariela Alcalá nació en Caracas, Venezuela, el 12 de abril de 1964. En su tierra natal hizo una prometedora carrera actoral desde los 15 años, que después consolidó en Perú, donde también encontró el amor.

La actriz venezolana empezó haciendo teatro hasta que le dieron la oportunidad de participar como personaje secundario en "La Heredera". Ese fue el inició de una prometedora carrera profesional como actriz.

Después vinieron sus interpretaciones en "La Bruja", "La Dueña" y "Rubí Rebelde". En esta última exploró su faceta como cantante haciendo los temas de la novela, que la llevaron a grabar un disco y hacer varios conciertos.

CANTANTE, ACTRIZ Y BAILARINA

Desde los tres años decía que quería ser cantante, actriz y bailarina. Tuvo el privilegio de desempeñarse en las tres áreas, pero al final se vio frente a la difícil decisión de elegir. Ella se quedó solo con la actuación por cuestiones de tiempo.

La novelas venezolanas le abrieron un espacio en la pantalla chica internacional, por eso trabajó en Argentina durante un permiso no remunerado que le dieron en el canal donde tenía exclusividad.

No obstante, la muerte de su madre es uno de los episodios más duros que ha tenido que enfrentar. Ese dolor la movió a salir de su natal Venezuela. Planeaba irse a Miami con sus hijos, pero apareció la oportunidad de grabar Leonela en Perú.

Allí conoció al productor Rodolfo Hoppe, de quien se enamoró y terminó siendo su esposa, después de estar sola cinco o seis años tras su primer divorcio. La pareja tiene un hijo nacido en ese país.

LA INTRUSA

"La Intrusa" es la producción que significa la mayor satisfacción profesional para la actriz venezolana, pues la exigencia de dos interpretaciones fueron todo un reto para ella.

"Eran dos papeles y la exigencia era fuerte. Hacerla fue muy difícil. Grababamos 17 y hasta 23 horas. Casi no dormía, a lo sumo un par de horas. Me enfermé porque no comía. Adelgacé muchísimo...", comentó.

Y añadió: "Hacer dos personajes y a ese ritmo requirió de mi parte una concentración enorme. Mi madurez y disciplina como actriz se la debo. Mi agilidad mental se ejercitó. Felizmente además tengo buena memoria. Yo dije: 'Ya después de esto, hago lo que sea'".

Además de ser esposa, madre y actriz, Mariela Alcalá es maestra. Dicta talleres de actuación a jóvenes en Ecuador, Venezuela y Perú con un método basado en el aprendizaje a partir de la crítica durante la práctica.

UNA VIDA SATISFACTORIA

Hasta ahora, la venezolana se siente satisfecha con su vida y sus logros. No siente ninguna insatisfacción respecto a sus decisiones de vida y tiene una definición concreta de ella misma.

"Eran dos papeles y la exigencia era fuerte. Hacerla fue muy difícil. Grababamos 17 y hasta 23 horas. Casi no dormía, a lo sumo un par de horas. Me enfermé porque no comía. Adelgacé muchísimo... "

"Uy, soy medio loca y divertida, eso dice todo el mundo. No me hago problemas, aunque tengo mi carácter, porque me gustan las cosas claras. Vivo mi vida feliz. Soy feliz."

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