Una mamá logró tener un bebé sano luego de que los médicos le sugirieran abortar 14 veces
Luego de cuatro abortos espontáneos, Kiera se negó a interrumpir la gestación de su bebé a pesar del terrible pronóstico médico.
La conexión entre madre e hijo muchas veces puede resultar milagrosa, como pasó en el caso de Kiera Meldrum, una chica de 20 años residente de York que se mantuvo firme en su decisión de seguir su instinto, cuando todos le decían lo contrario.
Kiera estuvo tratando de llevar a termino un embarazo, pero abortaba espontáneamente, hasta que logró tener a su Lillee-Rose, quien contra todo pronóstico nació a las 34 semanas de gestación.
EL INSTINTO DE MADRE
Durante la semana 21 de embarazo los médicos empezaron a sugerirle a la madre primeriza que abortara a la bebé que venía con atresia yeyunal, una condición en la que el vaso tiene un extremo más angosto.
"Me sentí mal cuando me dijeron que no estaba bien, pero sabía que mi pequeña era una luchadora y que podía lograrlo", comentó Meldrum.
Esto también causó la acumulación de líquido en el abdomen, derivando en complicaciones que llevó a los especialistas a sugerir el aborto en cada chequeo de rutina.
TODA UNA LUCHADORA
"Me negué a despedir a Lillee-Rose cada vez que me lo pidieron, y estoy tan feliz de haber escuchado a mi corazón en lugar de a los médicos", confesó la feliz madre.
Al nacer, la bebé inmediatamente fue llevada al quirófano, donde recibió varias operaciones que la mantuvieron internada en el hospital durante 8 semanas más antes de poder ir a casa con su mamá.
"Siempre tuve la sensación de que ella estaría bien, y verla crecer sana y fuerte solo demuestra que una madre siempre sabe lo que es mejor", agregó Kiera.
EL MILAGRO DEL NACIMIENTO
Afortunadamente Lillee-Rose está desarrollándose positivamente en su casa, creciendo como una bebé normal a pesar de haber nacido con una condición que afecta de 1 a 3 bebés de 10.000.
Este caso nos recuerda a una historia en la que el diagnóstico médico no tomó en cuenta la fibra humana y la increíble conexión entre la madre y su criatura, como la que Mirka Anderson tuvo con su hija Emma, quien hace 33 años fue catalogada como un bebé a abortar y hoy es una mujer exitosa.