Ana Rosa Quintana: sus 'reglas de oro' para conservar su belleza

A sus 63 años, el físico de Ana Rosa Quintana se mantiene impeturbable.

La presentadora fue premiada en la gala de los Premios Sesderma por su labor como presentadora en "El programa de Ana Rosa". El evento fue celebrado en La Monumental de Las Ventas en Madrid.

Ana Rosa Quintana está muy consciente de ser un referente de belleza para muchas mujeres de su edad. Por lo tanto, aprovechó su presencia en el evento para develar sus trucos de belleza. A continuación, te contamos las reglas de oro de la comunicadora para seguir viéndose guapa.

"Yo no hago dieta, en casa comemos bien, vamos es lo que me faltaba darme estos madrugones y hacer dieta."

REGLA #1: DORMIR

Quintana es una mujer dedicada a su trabajo, el cual puede llegar a ser muy exigente en ocasiones. Ana Rosa debe madrugar todos los días para presentar su programa.

Por esta razón, la presentadora se asegura de descansar las horas necesarias, se acuesta en torno a las 21:30 – 22 horas y evita trasnocharse a toda costa.

Asegura que no sale mucho a fiestas ni eventos pues para ella, dormir es más importante, "me acuesto muy temprano, ayer estaba metida en la cama a las nueve y media."

REGLA #2: HACER EJERCICIO

Como ella misma lo ha dicho, acostarse temprano la ayudado a verse 15 años más joven, pero eso no fue todo. La comunicadora afirmó que el ejercicio es clave para lucir estupenda a su edad.

"Mi gran secreto de belleza es estar muy activa, siempre se le digo a todas las señoras, que no dejen de hacer cosas y que mantengan despierta su curiosidad", dijo Quintana.

Admite también que lo que más le gusta es el yoga. Esta disciplina es bastante popular entre las famosas.

REGLA #3: COMER SANO

Por último, Ana Rosa Quintana reveló que trata de comer saludable. La periodista admite que no sigue una dieta, pero procura cuidar su alimentación con ricos platos mediterráneos.

"Yo no hago dieta, en casa comemos bien, vamos es lo que me faltaba darme estos madrugones y hacer dieta."

Adicionalmente, mencionó que a pesar de madrugar todos los días, eso es lo que más le cuesta. Ella dijo: "Nunca se acostumbra una a madrugar, me hice periodista para no madrugar y esto es un castigo divino."

Y es que balancear el trabajo con la vida familia es algo que le cuesta muchísimo. Debido a esto, aprovecha las vacaciones para despertarse tarde y realizar tareas cotidianas de una madre.

Hace unos meses, lo resumió durante una rueda de prensa: "Hacer lo que no hago durante el curso: vida en familia. Hacer la compra, la comida, si me despierto temprano me vuelvo a dormir…”