Rebeca González: qué ha sido de la 'enfant terrible' de la televisión venezolana

Su participación más dramática fue cuando entabló tres demandas contra Venevisión, del Grupo Cisneros, canal que fue su casa por mucho tiempo; su actitud provocó su expulsión de la empresa.

Pronunciar el nombre de Rebeca González en los canales de televisión en Venezuela es traer a colación a una de las artistas más polémicas, pero brillantes, de la década de los 70.

Isabel Rebeca González Casanova, también conocida desde los cuatro años como la “enfant terrible” de la televisión venezolana desde que interrumpió un importante recital que ofrecía Berta Singerman en el Teatro Municipal, fue rebelde desde pequeña.

Esta intérprete caraqueña, que hoy en día tiene 67 años de edad, fue protagonista de varias de las producciones más exitosas de su época, de más de una centena de obras de teatro, así como películas y telenovelas, entre las que destacan Peregrina (1973) y Mamá (1974), los dos dramas de Venevisión que la catapultaron como estrella nacional e internacional.

Pero su participación más dramática fue cuando entabló tres demandas contra el canal que fue su casa por mucho tiempo, perteneciente al Grupo Cisneros, lo que provocó su expulsión de la empresa y sus pasillos.

“La demanda a Venevisión fue por razones eminentemente de trabajo. Creo que influyó mi juventud, pero yo tenía razón, querían aumentarme el sueldo y quitarme la asignación por vestuario”.

El contrato con la planta televisiva estipulaba que la actriz no podía repetir vestuario ni calzados ni accesorios, cuando con anterioridad le habían asignado como asesora de imagen a la también actriz, hoy fallecida, Herminia Martínez.

“Yo le explicaba a Ángel del Cerro –productor y ejecutivo de telenovelas en Venevisión– que esa decisión era un maltrato laboral, que me estaban devaluando, que yo era una trabajadora y que no podían hacerme eso. Era un despido injustificado. Ángel del Cerro argumentaba que los demás actores del canal y de RCTV habían comenzado a exigir el mismo privilegio”, contó González.

Fue con estas disputas que Rebeca González se ganó el temor del canal y de los mismos artistas que trabajaban con ella, pues se convirtió en una defensora de los derechos de los trabajadores y una sindicalista, que más allá de comportarse como una diva, lo que pretendía era ser justa.

Tiempo después fue premiada con un Meridiano de Oro para las actrices más icónicas de la época, galardón que entregan dentro de las instalaciones de Venevisión, lugar que, por la misma directiva, ella tenía prohibido pisar. Aun así fue, y recibió su estatuilla de la mano del también reconocido conductor Gilberto Correa.

“Dije: ´Préstame el micrófono Gilberto´. Y él me lo dio. Entonces, manifesté: `Yo he venido a recibir el Meridiano que ustedes como público me están dando y que debo agradecer porque me tienen como figura emblemática, mas estoy en el canal que me botó a patadas, que me hizo la vida imposible y al cual sé que no volveré a entrar”.

Así fue como esta arrolladora actriz cerró con broche de oro su paso por el canal, y consiguió que el mismo Gustavo Cisneros la llamara y le ofreciera 500 mil bolívares, que para la época era una considerable suma de dinero, pero Rebeca no aceptó, decidió ir a juicio y salió airosa en los tribunales.

En abril de este año, González pidió ayuda económica a través de Instagram, para realizarse una operación de fémur tras habérselo fracturado en una caída que sufrió en noviembre de 2018, y que la mantenía en silla de ruedas. En la publicación, la actriz informó que también sigue luchando para conseguir un transplante de riñón.

Afortunadamente, logró recaudar lo necesario para que en junio pasado le practicaran una artroplastia de cadera producto de la fractura compleja de fémur, cirugía que resultó exitosa y por la cual agradeció a todos los que la ayudaron, a través de su cuenta en Instagram.

Parece mentira que hayan pasado casi 50 años desde que estas producciones salieron al aire. Así como el hecho de que ya han pasado dos décadas desde que se estrenaron las novelas a finales de los 90, como “Luz María”, la historia de amor peruana transmitida por América Televisión entre 1998 y 1999.

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