Las mujeres en la vida de Enrique Urquijo: Eloísa, Valentina, Almudena, Pía y María
Enrique Urquijo Prieto fue un conocido compositor, cantante y guitarrista español conocido por pertenecer a los grupos de pop rock Tos, Los Secretos y Los Problemas.
El pasado 17 de noviembre se cumplieron 20 años de su muerte a causa de una sobredosis, cuando solo tenía 39 años de edad. Para ese tiempo estaba con su cuarto amor, Pía Minchot, 16 años menor que él.
El madrileño era conocido como "el músico de la tristeza", y es que en sus canciones, inspiradas desde el amor, expresaba los sentimientos más desgarradores que un corazón pudiera sentir, por lo que tal vez el público se conectó tanto con él.
Su primer romance y el más importante de todos debido a su trascendencia fue con Eloísa García Moreno, a quien tuvo que dejar de ver en 1984 porque los padres de la chica aseguraban que el artista era una mala influencia para su hija. Habían estado juntos por cinco años.
El cantante vivió cada momento con pasión, especialmente en sus amores, y esta pasión lo ayudó a escribir canciones.
A Eloísa entre tantas otras letras le dedicó “Hoy la vi”, por el momento en el que coincidieron en el bar Honky Tonk, en 1999, pocos meses antes de que él muriera. "Han llovido quince años que sobreviví (…), si ahora estoy así es porque hoy la vi", escribió el compositor a más de una década de decirle adiós a su primer gran amor.
La sensibilidad del músico y la facilidad con la que se conseguían las drogas en el mundo artístico le hicieron caer en un círculo vicioso que arruinó cada una de sus relaciones, como la que tuvo desde 1986 con Valentina Lorenzo, una joven estudiante de Veterinaria con quien tuvo tres años de amores.
Ella estaba muy enamorada del intérprete, pero al sentirse incapaz de encarrilar el camino de su amante se resignó a dejarlo. Tras la ruptura Enrique escribió 'Volver a ser un niño', pensando en ella. Esta canción se lanzó en 1988 como joya del álbum, pues es uno de los temas más hermosos de toda la discografía del madrileño.
En la letra, el cantante le confesaba que “después de andar a la deriva, por mares turbios de bebida, como un chiquillo falto de cariño, de pronto, es todo tan sencillo… Ayúdame y te habré ayudado, que hoy he soñado en otra vida, en otro mundo, pero a tu lado”.
En 1992, cuando tenía 32 años, conoció y se enamoró de Almudena Navarro, una chica de 19 años que no era bien vista por la familia Urquijo, pues venía de una familia desestructurada y no aceptaba que las fanáticas asediaran a su novio, por lo que la relación fue turbulenta.
Con ella Enrique tuvo a su amor más grande, su hija María, el 9 de agosto de 1994. Actualmente la joven de 25 años de edad se desempeña como una notable estilista que viste a cantantes como Rosalía o Bad Gyal. A ella le dedicó 'Agárrate a mí, María', una de las composiciones más conmovedoras de Enrique.
En enero de 1997 el compositor español conoció a su último gran amor, Pía Minchot. Ella tenía entonces 21 años y él 37, pero a pesar de la gran diferencia de edades, la joven que estudiaba Humanidades en Barcelona aportó de nuevo estabilidad a la vida de Enrique.
En sus canciones, como 'No quiero que me veas esta noche', el cantante expresaba el miedo que sentía en cuanto a esa relación, una dicotomía que se repartía entre la felicidad que sentía a su lado y el temor que le daba echarlo todo a perder. En 'Desde que no nos vemos' Enrique expresa el vacío que sentía cuando estaba lejos de Pía.
En agosto de 1999 Enrique y Pía se comprometieron en matrimonio, pero el 17 de noviembre el cantante fue hallado muerto por sobredosis en un portal de la calle Espíritu Santo del barrio madrileño de Malasaña.
Otro de los grandes cantantes españoles, maestro de baladas en español, es Lorenzo Santamaría, quien en los años 70 compuso canciones que consiguieron mucho éxito. Posteriormente comenzó con sus tonadas en catalán.
Su vida como músico comenzó cuando alguien le regaló una armónica y entre el instrumento y la radio su pasión empezó a florecer hasta que un día, ya como artista reconocido, reveló a La Vanguardia: "Yo sólo vivo por la música y también por la afición al fútbol que mantengo desde que jugaba con los juveniles del Inca".
Hoy, a sus 73 años de edad, este cantante nacido en Mallorca bautizado como Llorenç Rosselló Horrach, no deja de reinventarse.