Cayetano Martínez de Irujo: crianza 'agresiva' y su relación con la pareja de su madre
El hijo de la duquesa de Alba no solo se sinceró en sus memorias sino que se sentó frente a Toñi Moreno para confirmar la difícil verdad sobre algunos acontecimientos de su vida.
Cayetano Martínez de Irujo se desnudó en su libro de memorias sin importar lo que eso implica viniendo de alguien que pertenece a una de las familias más influyentes de España.
El quinto hijo del matrimonio entre Cayetana de Alba y Luis Martínez de Irujo, estuvo en ‘Aquellos Maravillosos Años’ de Telemadrid, el pasado 27 de noviembre, donde recordó cómo su forma de crianza ha sido afectada por sus vivencias en la infancia y cómo fue la relación con las parejas de su madre.
El Duque de Arjona cuenta que está orgulloso los gemelos que tuvo con Genoveva Casanova. Ahora tienen 18 años y van a la universidad, sin embargo, Cayetano reconoce que aprendió a ser padre en el camino.
En la infancia de sus hijos, los reprimió con castigos que no podían ocultar la “excesiva agresividad” con la que lo educaron a él, pero reconoce que después empezó a vivir mejor y pasar bien.
“Cuando eran pequeños les hablaba como adultos. A mí nunca me contestaron nada ni me dijeron nada. A ellos les di excesiva importancia y protagonismo”, explicó.
Luego, Martínez de Irujo pasó a otro tema complicado de su vida: las drogas. El duque admite que entre los 20 y los 25 años consumió heroína y cocaína porque vivió en pleno la noche de Madrid.
Y finalmente, Cayetano se sinceró sobre las parejas de su madre. Primero habló de Alfonso Díez, la última pareja de la duquesa de Alba, una relación que él describe como impactante al principio, pero con un buen final.
«Alfonso ha sido una bendición. Hizo feliz a mi madre de verdad. Se ha demostrado su inteligencia, si discreción, su señorío, su integridad, antes durante y después”, comentó. Y añadió que aún mantienen una buena relación y comen juntos una vez al mes.
Por otro lado, habló de la polémica relación de su madre con Luis Aguirre. El cree que su madre lo amaba. Sabe que fue un hombre duro, pero confiesa que terminó por entender sus razones.
“La noche antes de morir me pidió perdón. Me dijo: Eras un chico joven y no te supe interpretar. Yo lloré y le abracé. Luego yo fui entendiendo su historia. Al principio pensaba que era un monstruo. Pero todo tiene un porqué. Mi madre estaba fascinada. Era un erudito, tan inteligente”, dijo.
En medio del relato rompe a llorar mientras la presentadora le recuerda que lo más grande que él tiene no son los títulos nobiliarios sino su capacidad de perdón.