Los drásticos engaños de Montserrat Oliver para que Yolanda Andrade dejara de beber
La convivencia con una persona que sufre de alguna adicción nunca resulta sencillo, y Montserrat Oliver lo aprendió de la peor manera.
A lo largo de los diez años en que Montserrat Oliver y Yolanda Andrade fueron pareja, su relación tuvo muchos altibajos, porque aunque son excelentes compañeras y amigas, detrás de la armonía que resulta evidente al verlas en su programa, convivían con el terrible alcoholismo.
Después de vivir la muerte de su padre, Yolanda fue incapaz de manejar el dolor y la culpa que la invadió, por lo que recurrió al alcohol como una manera de adormecer el sufrimiento que la hacía desear terminar con todo.
Según contó la actriz mexicana, su padre decidió irse con su amante, lo cual la enfureció a tal punto que le dijo: “Para mí estás muerto, ni me hables ca***n”.
Lamentablemente, su padre tuvo un infarto fulminante esa misma noche y la culpa llenó su mente y contaminó su esencia, y descubrió que el alcohol le quitaba todo eso.
“Me tomaba dos botellas diarias, intenté suicidarme con una pistola y no se me quitaba ese dolor y el alcohol me calmaba y vivía mi vida, según yo normal, porque era alcohólica productiva”, comentó Andrade en una entrevista.
Durante todo ese largo periodo, su amiga y pareja, Montserrat, no sabía cómo ayudarla a salir del agujero donde había caído, y en la última emisión del programa Montse y Joe, trasmitido por Unicable, contó que se valía de algunos trucos para que al menos bebiera un poco menos en las reuniones.
“Agarraba yodo, agarraba agua, le echaba yodo, para que se viera como whisky, y hasta mero arribita le echaba un chorritito de whisky y no lo movía. Yo le decía: ‘ten tu drink’”, dijo Oliver.
Pero aunque su pareja parecía caer en el truco, ya que se bebía el contenido del vaso hasta el fondo, si se percataba del escaso contenido de alcohol, e insistía en pedirle algo más fuerte.
Porque, como bien saben los que han lidiado con situaciones similares, solo el adicto puede tomar la decisión de superar su problema, para lo cual necesita tocar fondo, que fue lo que le sucedió a Yolanda, quien tuvo una gran caída en el baño que la hizo despertar.
Ingresó a un centro de rehabilitación, y mediante terapia pudo encontrar su fuerza interior para enfrentar su culpa, perdonarse, pedir perdón a su padre y seguir adelante con su vida.