A 10 años de la muerte de Sandro, el Elvis Presley latinoamericano

El ‘Elvis Presley latinoamericano” dejó corazones rotos y un legado musical inolvidable, que diez años después de su muerte aún vive en el imaginario cultural de América Latina.

Roberto Sánchez Ocampo, más conocido como Sandro de América, nació el 19 de agosto de 1945, en Buenos Aires, Argentina. El cantante inició su carrera artística a los 12 años, cuando su maestra de primaria lo invitó a hacer una imitación de Elvis.

Su representación del artista norteamericano le llamó tanto la atención que en breve dejó la escuela para comprar una guitarra y dedicarse a construir su sueño.

En ese momento cambió su nombre a Sandro y lideró la creación de la agrupación 'Los Caniches de Oklahoma'. En 1963 empezó a cantar rock internacional en español.

Desde entonces, su éxito no paró de crecer y se convirtió en un ícono que derretia y arrancaba lágrimas y gritos a las mujeres en sus conciertos.

Su apariencia varonil, sex appeal, la potencia de su voz y de su baile en el escenario conquistó al público que entraba en una euforia similar a la que causaba Elvis en sus shows.

“Me gustaban todas sus canciones, recuerdo que con mis amigas platicábamos que Sandro era un hombre muy guapo, antes había unas fotonovelas que se llamaban Cita, recuerdo ahorrar todos los días para poder comprar esa revista que traía un trozo de foto en la contraportada y que formaba un póster inmenso del tamaño casi de la pared”, dijo una fanática de 62 años al portal Infobae.

El artista argentino sigue siendo conocido y un icono que pasó del rock a las baladas y le imprimió un estilo que lo instaló en el imaginario de todos los países de Latinoamérica. Pero no solo eso, sandro también incursionó en el mundo del cine como actor y participó en 16 películas durante su carrera.

El cantante hizo 52 álbumes originales y vendió ocho millones de copias con temas como ‘Así’, ‘Quiero llenarme de ti’, ‘Rosa Rosa’, ‘Trigal’, ‘Penumbras’ o ‘Mi amigo el puma’. Además, ganó el Grammy Latino por su trayectoria artística.

En 1998, el argentino presentó un enfisema pulmonar y dejó los escenarios. En 2009, recibió un trasplante de corazón y pulmón que mejoró su condición. Infortunadamente, el 4 de enero de 2010, una neumonía le arrebató la vida.

Sus seguidores se reunieron el 5 de enero en el Salón de los Pasos Perdidos, en el Congreso de la Nación Argentina, para darle el último adiós y aún hoy sigue siendo parte de la cultura musical del continente.

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