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El otro lado del talentoso Alexander McQueen: despotismo, adicciones y obsesión por la muerte

Fabricio Ojeda
12 feb 2020
23:40

Aunque este genio de la moda se ahogó en un mar de adicciones, lo cierto es que nunca perdió la habilidad de diseñar atuendos que enamoraron a Sarah Jessica Parker, Lady Gaga o Demi Moore.

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A principio del siglo XXI, Lee Alexander McQueen gozó de ser el diseñador de moda más buscado, admirado y también el más controvertido de su generación. Y aunque ya han pasado 10 años de la muerte del excéntrico creador que cambió el mundo de la moda con su arte, su imperio y su marca siguen funcionando solos.

Su ascenso fue notable en Londres porque sus maestros lo habían descartado como un simple "East End oik" que no tendría éxito. Por su parte, su padre taxista pretendía que Lee, como le decían sus familiares, se hiciera cargo de un negocio de fontanería. Pero fue su madre quien lo introdujo a Savile Row después de enterarse a través de un programa de televisión que había escasez de aprendices en esa institución.

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SALTO A LA ESCENA

En 1993 Alexander se convirtió en el centro de atención con un desfile de moda sensacionalista que mostró a modelos con vestidos aparentemente salpicados de sangre. Todos parecían haber sido acosados y esto impactó a los críticos que estuvieron presentes esa noche.

Desde entonces, el público se emocionaba con los shows de este joven con sobrepeso, cabeza de bala y dientes frontales sobresalientes, como lo describió Daily Mail. Y es que solo a McQueen se le ocurría bañar la pasarela con agua teñida de amarillo para que pareciera orina o adornar a una modelo afroamericana con joyas que parecían grilletes.

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"No quiero hacer un cóctel: prefiero que la gente deje mis shows y vomite. Prefiero las reacciones extremas. Quiero ataques al corazón. Quiero ambulancias", expresó el diseñador en sus primeros desfiles, según cita Independent.

UN SECRETO OSCURO

Las fantasías oscuras que este genio de la moda proyectaba constantemente en la pasarela eran tal vez la representación del abuso del cual fue víctima o de la obsesión por la muerte que tenía. Cuando tenía 9 o 10 años de edad, el esposo de su hermana 15 años mayor, Janet, abusó de él. Este terrible secreto se lo confesó a ella en los últimos cuatro años de su vida.

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BillyBoy, un amigo cercano al diseñador, está convencido de que el abuso moldeó el resto de la vida de McQueen. Asimismo señaló que el “hooligan rubio” tenía tres personalidades diferentes: "Estaba sobrio: una persona insegura e infeliz; luego estaba este intermedio, este genio brillante que escapaba con la ayuda del alcohol y las drogas, y después este imbécil borracho que entró en un estado de rareza psicótica que no entendí”, explicó en Blood Beneath the Skin.

FAMA, DINERO Y DROGAS: DIRECTO A LA CABEZA

Cuando tenía 27 años McQueen reemplazó a John Galliano como director creativo en Givenchy. De repente se encontró con una carga bastante exigente de trabajo: cuatro colecciones al año para Givenchy, más dos espectáculos al año bajo su propia etiqueta. Esto le aumentó el estrés y habría dado paso a un Alexander déspota e insolente en el trabajo.

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Según reporta el diario ABC, sus empleados eran sumisos con él, diariamente eran humillados y amenazados si no hacían las cosas bien y estaban dispuestos a consentirle todos los caprichos al diseñador.

Rápidamente sus amigos se dieron cuenta de la cantidad de dinero que Alexander gastaba: 9.000 libras esterlinas (unos 11.700 dólares estadounidenses) en pocos minutos en ropa para sí mismo, o £ 3.000 en una manta de cachemira para sus perros, que al poco tiempo aparecería mordisqueada.

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LA IMPACTANTE MUERTE

Habiendo amasado una fortuna millonario, Lee Alexander McQueen fue encontrado muerto el 11 de febrero de 2010 en su casa en Mayfair de Londres.

La necropsia que le practicaron arrojó que el diseñador de 40 años había tomado unos cócteles de drogas. Según sus amigos su suicidio se debe a la muerte de su madre, Joyce, quien había fallecido pocos días antes.

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Otra estrella famosa por sus adicciones fue la cantante estadounidense Whitney Houston, de quien este 11 de febrero se cumplem ocho años de su lamentable fallecimiento ahogada en una tina tras una sobredosis de drogas.

La intérprete de “I have nothing” fue encontrada sin vida en el baño de su habitación en un hotel en Beverly Hills, horas antes de la fiesta previa a los premios Grammy 2012.

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