Nuria, novia de Fran Álvarez: 'Estoy muy dolida ahora mismo y no me creo lo que ha pasado'

Nuria, pareja del difunto Fran Álvarez, se ha pronunciado por primera vez desde la muerte del excamarero, ocurrida el pasado domingo 9 de febrero.

Hace algunos días, España fue sacudida por la repentina y misteriosa muerte de Fran Álvarez, exesposo de Belén Esteban. Después de que faltó al trabajo, alguien de su entorno laboral se apersonó en su domicilio, solo para encontrar al hombre de 43 años sobre su cama y sin vida.

Aunque las autoridades están determinando las causas que ocasionaron su muerte, se sabe que Fran estaba en pleno proceso de desintoxicación a causa de las adicciones que venía enfrentando desde hace años.

HABLA SU PAREJA

Aurelio Manzano obtuvo en exclusiva las primeras palabras de quien fuera la pareja de Álvarez, una mujer llamada Nuria que ha dicho sentirse como en una pesadilla.

“Estoy devastada, es como si fuese un sueño del que tengo que despertar, no es real”, contó Nuria al gran amigo del difunto.

Su relación iba de forma estupenda, e incluso Nuria se llevaba muy bien con la familia de Fran pues ellos sabían “cómo lo quise y le cuidé hasta el final”, relató la mujer.

DISPUESTO A LUCHAR

Nuria contó que había traído felicidad a la vida del excamarero, y que ambos tenían muchos planes de verse y compartir con la organización adecuada, ya que Fran estaba a punto de entrar a rehabilitación e iba a necesitar permisos.

Por otro lado, aseguró que Álvarez, a quien ella describió como alguien tímido, estaba dispuesto a todo para triunfar en su noviazgo, relación que parecía que había causado un impacto positivo en él.

"La única felicidad que ha tenido en estos ocho meses ha sido conmigo. Hemos tenido momentos maravillosos y él quería luchar por nuestro amor. Me decía que era su luz”, relató quien fuera su vecina.

Por supuesto que la mujer dijo estar “muy dolida” e incrédula sobre la muerte de Álvarez, pero aprovechó para contar como la pareja se conoció.

Siendo vecinos, Nuria y Fran siempre intercambiaban saludos. Hasta que, en una oportunidad, Álvarez le invitó una cerveza y en ese momento se empezaron a conocer y a enviar cartas. El resto es historia. Que descanse en paz.