La nueva vida del Padre Apeles: de la fama, el alcohol y las adicciones a la iglesia
Luego de años codeándose con las celebridades del momento, el cura televisivo dejó las pantallas para refugiarse en su llamado religioso.
José-Apeles Santolaria de Puey y Cruells pasó de las iglesias a los estudios televisivos en una época en la que la audiencia se enamoró de su impecable verbo. Desde el espacio "Moros y Cristianos" el Padre consiguió la fama junto a Javier Sardá, gracias a su discurso irónico y sagaz que conquistó a millones y que le abrió paso en una industria que terminó llevándoselo por delante.
José Apeles en "Té y compañía". │Foto: YouTube / José-Apeles Santolaria de Puey y Cruells
EL CURA MÁS MEDIÁTICO DE ESPAÑA
"Crónicas Marcianas", "La Noria" y el "Telecupón" fueron otros escenarios en los que el Padre Apeles se hizo con una fama que le generó millones de fanáticos que morían por un autográfo de él.
Sacerdote, abogado y presentador de televisión vio como todo lo que sube rápidamente cae y de una manera estrepitosa cuando se trata de los medios de comunicación. Así fue como Apeles pasó de ser una de las figuras más cotizadas de la pantalla española, al exilio por sufrir alguna de las tan sonadas consecuencias del mundo del espectáculo, las adicciones.
CONOCIÓ EL LADO OSCURO DE LA FAMA
"Me voy solo al cine y bebo sin parar. No sé ni el día ni la hora que es, mis ventanas están bajadas", confesó en una oportunidad a las cámaras de "La Noria", pero luego admitió también que se hizo adicto a las medicinas, las cuales acompañaba con whiskey para poder conciliar el sueño, sin embargo, nunca consideró el suicidio.
Desde entonces, el hombre con sotana reunió fuerzas y se exilió en Bolonia, Italia, donde se dedica fervientemente a su servicio a la Iglesia Católica siendo director de un archivo histórico, lejos de la vida desaforada de los medios, aunque cuenta con una canal de YouTube con algunos episodios de su programa "Té y compañía".
José Apeles en "Té y compañía". │Foto: YouTube / José-Apeles Santolaria de Puey y Cruells
NO VOLVERÍA A LAS PANTALLAS
"No hay que repetir los errores. Otra cosa sería participar en una tertulia política, hacer un programa cultural o tener una corresponsalía, pero ciertamente no volvería a entrar en el 'circo", aseguró el sacerdote de 52 años, que luego de superar adicciones, la ruina económica y el rechazo de grupos poderosos en su país, ahora vive tranquilamente entre libros y peregrinos.