A 26 años de la boda de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar: hijos, un aborto y divorcio
El matrimonio de la primogénita de Don Juan Carlos y Doña Sofía fue el primer evento de este tipo en España desde el reinado de Alfonso XIII.
Desde que se conoció el compromiso en noviembre de 1994, una nueva vida comenzó para la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, quienes protagonizaron una de las bodas más majestuosas de España para celebrar el enlace que dio pie a una relación que distó mucho de ser ideal.
La Infanta Elena y Jaime Marichalar como los Duques de Lugo. │Foto: Getty Images
SE DEJÓ CONVENCER
Aunque Doña Elena terminó viviendo 12 años casada junto al aristócrata y ex Duque de Lugo, muchas voces aseguran que su gran amor fue un jinete que prefirió terminar con ella a adaptarse a las convenciones de la familia Real española.
Se trata de Luis Astolfi, con quien la infanta casualmente retomó el contacto años después, cuando volvió a ser una mujer soltera. Pero volviendo a mediados de los 90, un buen día la hija mayor de Don Juan Carlos apareció con Marichalar del brazo para presentarlo como su futuro esposo, quien se dice que la convenció para casarse.
Hace casi 26 años, un 18 de marzo, Sevilla fue testigo de una de las bodas más majestuosas que tuvo España desde el reinado de Alfonso XIII y de las lágrimas de emoción que el entonces Rey derramó al ver a su hija ser desposada.
La Infanta Elena y Jaime Marichalar el día de su boda. │Foto: Getty Images
LA FAMILIA CRECIÓ
Informes reportan que la convivencia entre la pareja nunca fue sencilla, pues ambos llevaban estilos de vida que no necesariamente se compaginaban entre sí. Mientras Elena disfrutaba mantenerse activa físicamente desde temprano, el duque era un hombre nocturno, aficionado de las tertulias del jet set, algo que generó tensiones en el matrimonio.
Sin embargo, con la llegada de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, el primogénito, los esposos se mantuvieron unidos e incluso dos años más tarde concibieron a la primera nieta de los Reyes, Victoria Federica, quien por poco se convierte en la hermana del medio, pero por cuestiones del destino se quedó como la menor.
La Infanta Elena y Jaime Marichalar como marido y mujer. │Foto: Getty Images
MOMENTOS COMPLICADOS EN LA REALEZA
Un año después de la buena noticia, Jaime sufrió un par de ictus que le dejó medio cuerpo paralizado y que los obligó a mudarse a Nueva York durante 11 meses para recibir tratamiento.
En el año 2003 ya los medios hablaban de una crisis en el matrimonio de los duques, pero la noticia que se llevó los titulares de la prensa rosa fue el tercer embarazo de la Infanta, que por desgracia, terminó en aborto espontáneo.
"En la mañana de hoy y al hacerse la infanta Elena una revisión rutinaria (...) el doctor Emilio Esteban, se ha dado cuenta de que llevaba una gestación de catorce semanas que se ha interrumpido por un aborto retenido", se lee en un comunicado expedido por Casa Real de España en junio del mismo año, citado por Vanitatis.
La Infanta Elena después del divorcio. │Foto: Getty Images
EL CESE TEMPORAL DE CONVIVENCIA
Cinco años después concluyeron que la relación no daba para más y el 13 de noviembre del 2007 se anunció la separación que llamaron "cese temporal de su convivencia matrimonial", un eufemismo que se aclaró a finales de 2009.
En ese momento zanjaron a través de un mutuo acuerdo el divorcio más sonado de la Realeza por ser el primero que enfrentaba la familia. Ahora ambos llevan vidas separadas y mientras mantienen una relación cordial por el bien de sus dos hijos.