El Palacio El Rincón: la joya de la herencia de Carlos Falcó con una historia asombrosa
La propiedad de 123 hectáreas, construida en el siglo XIX, era usada por la Realeza española para sus retiros de caza.
A pesar de ser un renombrado aristócrata de negocios, el difunto Carlos Falcó no gozaba de una grandiosa fortuna, pero sí de propiedades en las que invirtió gran parte de su patrimonio.
La más impresionante fue El Palacio El Rincón, el legado que el marqués dejó a sus cinco hijos antes de que decidieran ponerlo a la venta.
LA HERENCIA DE SU PROLE
Cuando falleció su padre, Tamara, Manolo, Xandra, Duarte y Aldara Falcó no solo quedaron como propietarios de las empresas de Falcó, también son los encargados de preservar el legado que implica el palacio que usó como residencia desde 1999.
El edificio ubicado en Aldea del Fresno no es una propiedad cualquiera. Construido en 1862 y remodelado en 1909, durante décadas sirvió como punto de encuentro para la élite europea, incluyendo la Realeza española, que a principios del siglo XX usó el espacio para cazar.
Carlos Falco en 2018. | Foto: Getty Images
TAMBIÉN FUE UN HOSPITAL
Durante la Guerra Civil española la propiedad de 123 hectáreas y 30 habitaciones fue convertida en hospital y luego en cuartel general del ejército de Franco, hasta que en 1949 volvió a manos del marqués de Manzanedo, quien 20 años después se lo regaló a su esposa, Paloma Falcó Escandón. Fue así como en 1994 esta se lo heredó a su sobrino Carlos.
El terreno de El Rincón guarda en su perímetro una finca, viñedos, una ermita del siglo XIII, restos de un avión ruso que cayó durante la Guerra Civil, varios jardines usados para la celebración de eventos y un bosque de bambú que sirve de alimento para los pandas que viven en el Zoológico de Madrid.
ESPACIOS DE ENSUEÑO
En 2012, la finca del difunto marqués fue tasada en 5.000.000 de euros y generalmente es alquilada para las celebraciones de bodas y eventos celebradas tanto en sus patios como en sus imponentes ambientes interiores que proporcionan escenarios sacados de un cuento de hadas.
Las escaleras de granito y sus majestuosos salones sirvieron de escenario para realizar la ceremonia que en 2017 unió en matrimonio a Carlos con su última esposa, Esther Doña.
Queda claro que los hijos de Falcó tienen una gran tarea por delante al preservar los espacios donde su padre disfrutó los últimos años de su vida y a los cuales dedicó tanto tiempo, dinero y sobre todo, amor.