Madre dice adiós a sus seis hijos por un walkie talkie antes de morir por coronavirus
Sundee estaba venciendo su batalla contra el cáncer de mama cuando se le diagnosticó la enfermedad respiratoria que mantiene gran parte del mundo en cuarentena.
Una de las circunstancias más difíciles de afrontar en este brote pandémico por COVID-19 es el último aliento de los pacientes infectados, quienes deben morir aislados sin la posibilidad de ser acompañados por sus seres queridos. Así ha sido la historia de la familia Rutter, cuyo único chance de despedirse de su madre fue a través de un walkie talkie.
FUE UNA SOBREVIVIENTE
Sundee Rutter era una viuda con seis hijos de edades comprendidas entre 13 y 24 años, y estuvo luchando durante un año contra un cáncer de mama, que ya prácticamente había superado, cuando salió positiva para el virus a principios de marzo. Originalmente se pensó que los síntomas eran causados por una simple gripe.
Según su hijo Elijah, al ser ingresada en el Providence Regional Medical Center la mujer de 42 años fue puesta en aislamiento total mientras recibía tratamiento contra una neumonía. El joven de 20 años aseguró que en ese momento su madre les dijo vía mensaje de texto que se encontraba mucho mejor, sin embargo poco después las respuestas se redujeron a emojis, hasta convertirse en silencio total.
TODO PASÓ MUY RÁPIDO
A seis días de su hospitalización, la condición de Sundee se tornó crítica y los médicos convocaron a sus hijos, su madre y hermana para un último adiós usando un walkie talkie, mientras la veían a través de una pequeña ventana en la puerta de su habitación.
El chico de 20 años compartió que pudo decirle que la ama y que se haría cargo de sus hermanos menores. Así, uno a uno se despidió de ella, quien los escuchó en el aparato que el personal médico puso en una almohada junto a ella.
UN NUEVO COMIENZO
La desgarradora situación de estos jóvenes conmovió a la comunidad, que sin dudarlo, comenzó a hacer aportes a través de una página GoFundMe creada por la familia.
Carrie Frederickson, organizadora de la iniciativa, aseguró que las donaciones superaron la cifra meta de 350.000 dólares y que el dinero será usado para costear el proceso legal que convertiría a Tyree, el hijo mayor de Sundee, en el guardián de sus hermanos menores de edad.