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5 historias de sanitarios que trabajan con los más vulnerables: 'Trabajamos con miedo'

Fabricio Ojeda
13 abr 2020
00:40

Chiqui, Mario, Jesús, Xenia y Oliva eligieron ser auxiliares durante la pandemia y no se arrepienten de la decisión que tomaron, pues para ellos es gratificante su labor en estos tiempos de crisis.

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En esta pandemia del coronavirus, los sanitarios se han convertido en los héroes del mundo. Se plantan en la primera línea a atender a los infectados, llenos de lógico miedo por contraer esta enfermedad que ha llevado a la muerte a miles de personas. No obstante, la medicina fue la profesión que eligieron, la que les llevó a ocuparse de los más necesitados.

Durante la crisis de coronavirus las categorías más vulnerables son los ancianos, la gente con enfermedades previas y las personas sin hogar.

Miembro del personal sanitario se coloca guantes de látex. | Foto: Freepik

Miembro del personal sanitario se coloca guantes de látex. | Foto: Freepik

Chiqui Romero, auxiliar de enfermería especializada en geriatría, trabaja desde hace 19 años en la residencia de ancianos de Sanlúcar. Para ella, los adultos mayores no son solo pacientes, son parte de su familia y los cuida como si fuesen solo unos niños, porque así lo parecen.

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Dice que no le cuesta ir a trabajar, pero sí se le hace difícil dejar a su niño y saber que todos los fines de semana y días festivos se pierde de algo diferente. Pero también se le hace difícil ver a los abuelos confinados sin recibir visitas, sin distracciones, fisioterapeutas o cualquier tipo de actividades. Y es que por la enfermedad, la dirección del centro decidió que “cuantos menos estuviésemos expuestos, mejor para ellos”.

“Trabajamos con mucho miedo. Con temor a llevar el bicho y no saberlo, a contagiar a personas muy vulnerables, a llevártelo a casa... Con miedo a los abrazos y besos que te dan y que... ¿cómo rechazas tú eso?”, expresó la auxiliar.

Mascarilla cubrebocas sobre fondo verde. | Foto: Freepik

Mascarilla cubrebocas sobre fondo verde. | Foto: Freepik

MARIO AYUDA A LOS “SINTECHO”

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Mario Gómez, de 31 años, atiende a personas sin hogar en el Centro Náutico Elcano, en Cádiz. Lo curioso de estas personas es que al principio pensaban que los llevaban a ese lugar solo para sacarlos de las calles, pero poco a poco han caído en cuenta de la realidad de la pandemia.

“Se sienten no sólo confinados sino obligados a convivir, porque algunos viven en la calle porque huyen de la convivencia. Pero la mayoría están muy agradecidos por estar allí”, expresa el que ha hecho voluntariados incluso en la República Checa, pues siempre le ha gustado ayudar a las personas.

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Quienes trabajan con las personas sin hogar tienen la función de conversar con ellos en un sentido psicológico: saber cómo han llegado ahí, por qué han llegado ahí e intentar ayudarlos en todo lo posible. También para tratar de hacerles la cuarentena más llevadera. Pero lo que todos tienen en común es el miedo a la enfermedad contagiosa, expresó Mario.

JESÚS SIENTE LA NECESIDAD DE AYUDAR

Después de prepararse para la inauguración de un pequeño bar restaurante en Cádiz, la llegada del coronavirus congeló el proyecto de Jesús Barón. Esto lo llevó a poner un cartel en la puerta de su casa para indicarle a sus vecinos, la mayoría adultos mayores, que se ofrecía a ayudarlos en lo que necesitaran. Como nadie llamó el primer día, él se ofreció como voluntario en la Cruz Roja.

Torso de médico que sostiene un cuestionario sobre coronavirus. | Foto: Freepik

Torso de médico que sostiene un cuestionario sobre coronavirus. | Foto: Freepik

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Él está gratamente sorprendido del trabajo que esta organización ha venido haciendo para paliar la pandemia. Hasta ahora se ha encontrado con todo tipo de situaciones: señores en cama, con andaderas, con problemas económicos o sin un centavo para comprar alimentos porque no pueden trabajar debido a la crisis de salud pública. Por eso él se siente tan bien de ayudar.

“Son tremendamente agradecidos (quienes han recibido su ayuda), porque no me pueden dar un abrazo... Les dejamos el pedido en la misma puerta. Alguno hasta nos quiere da una propina, que no cogemos, claro. Les pregunto qué tal están, si necesitan algo...”, dijo.

Profesional con atuendo de protección estudia una muestra en microscopio. | Foto: Freepik

Profesional con atuendo de protección estudia una muestra en microscopio. | Foto: Freepik

XENIA, UNA ALIADA AL TELÉFONO

Xenia Casanova es una psicóloga en pausa por la crisis del coronavirus. Así que ella también se ha apuntado como voluntaria en la sede de la Cruz Roja de Cádiz. Desde entonces debe llevar comida a domicilios y llamar a personas mayores para preguntarles si necesitan algo.

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“Hay muchas personas mayores ahora que se han ido a vivir con sus hijos o ellos con sus padres. Porque en el listado aparecen como que viven solas y llamas y te cuentan: que estos días del coronavirus se ha venido mi hijo...”, explicó.

Camas de hospital. | Foto: Pixabay/1662222

Camas de hospital. | Foto: Pixabay/1662222

OLIVA, CUIDADOS A DOMICILIO

Oliva Gilibert, auxiliar de ayuda a domicilio, se encarga de hacerles compañía a los adultos mayores que se encuentran solos en casa. Desde la comarca de La Janda, donde trabaja, manifestó que “lo más gratificante para nosotras son las caras de ellos cuando vamos a trabajar”.

Pero aunque estén en la línea de fuego, arriesgándose para cuidar a otros que lo necesitan, los auxiliares de ayuda a domicilio y todo este sector se sienten de últimos en la jerarquía de los trabajadores de la salud. “La sensación que tienen todas las trabajadoras es que los usuarios de la ley de dependencia y las trabajadoras no le importan a nadie”, fustigó.

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Profesionales de la salud realizan una cirugía. | Foto: Pixabay

Profesionales de la salud realizan una cirugía. | Foto: Pixabay

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

Pero no todo el mundo es buena gente, ni siquiera en situaciones críticas como las que la humanidad está viviendo. Mientras que España está a punto de llegar a los 20.000 sanitarios infectados, un empresario de Santiago de Compostela fue detenido el pasado 6 de abril por robarse alrededor de 2 millones de mascarillas de máxima protección para los galenos.

La policía autonómica informó que el arrestado asaltó una nave industrial de una compañía de productos sanitarios que está en concurso de acreedores y vendió lo sustraído en Portugal, reseñó El País.

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NIETA DE ROCÍO DÚRCAL AGRADECE A LOS SANITARIOS

La pequeña nieta de la fallecida cantante Rocío Dúrcal e hija de Antonio Morales, escribió una emotiva carta haciendo una solicitud a los médicos. Su padre padece COVID-19.

Abril, de 5 años de edad, hizo un dibujo de su Antonio postrado en una cama de hospital. En el texto se lee que le pide a los sanitarios que consigan la cura a esta enfermedad infecciosa.

La ilustración de la niña fue compartida por su tía, la también cantante Shaila Dúrcal, a través de su cuenta en la red social Instagram, el pasado 29 de marzo.

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